Un reactor nuclear ubicado en el extremo suroriental de Corea del Sur se detuvo debido a un problema no identificado, aunque esto no plantea riesgo alguno de fuga radiactiva, informó la compañía pública operadora de la planta atómica.

El reactor de 1 millón de kilovatios instalado en la central nuclear de Wolseong Shin, a unos 400 kilómetros al sureste de Seúl, detuvo sus operaciones esta mañana a las 7.44 horas (19.44 en Chile) por motivos hasta ahora desconocidos, indicó la operadora Korea Hydro and Nuclear Power.

Tras el incidente, funcionarios de la compañía confirmaron a la agencia local de noticias Yonhap que el reactor se encontraba en una situación estable, lo que indica que no existe peligro de una hipotética fuga de material radiactivo. 

El reactor atómico de Wolseong Shin detenido hoy es relativamente nuevo, ya que inició su actividad en julio de 2012. 

Con su cierre temporal los niveles de reserva de energía del país se redujeron a menos de 4,5 millones de kilovatios, lo que obligó al proveedor estatal de servicios eléctricos, Kepco, a emitir una advertencia preliminar de escasez de energía una hora después del apagón del reactor.

Corea del Sur, un país de apenas 100.000 kilómetros cuadrados y con escasos recursos energéticos, es altamente dependiente de la energía nuclear para cubrir el elevado consumo de sus 50 millones de habitantes y su potente sector industrial.

El país actualmente opera 23 reactores nucleares, que generan alrededor del 30 por ciento de su consumo total de electricidad.

Sin embargo, cinco reactores están actualmente en proceso de mantenimiento y otros dos fueron cerrados recientemente debido a problemas técnicos.

El año pasado otra planta nuclear del país, la de Gori en Busan, fue objeto de polémica después de que la Fiscalía surcoreana presentara cargos contra varios operarios por, supuestamente, ocultar un apagón en uno de sus reactores, de 34 años de antigüedad.

La seguridad de las instalaciones atómicas es objeto de debate global a raíz del accidente en 2011 en la planta japonesa de Fukushima, el peor desde la tragedia de Chernóbil, y cuyas emisiones radiactivas mantienen a decenas de miles de personas desplazadas de la zona de exclusión en torno a la planta.