Ali Bongo, candidato del gobernante Partido Democrático Gabonés (PDG) y primogénito de Omar Bongo, el presidente fallecido el pasado junio, fue proclamado hoy vencedor de las elecciones presidenciales de Gabón, con un 41,73 por ciento de los votos, informaron emisoras regionales captadas en Dakar.
Bongo, ex ministro de Defensa y vicepresidente del PDG mientras vivió su padre, que gobernó Gabón durante 42 años hasta su muerte de cáncer en Barcelona el pasado 8 de junio, era el favorito para estos comicios y el resto de candidatos habían denunciado que se pretendía una "sucesión dinástica".
Tras Bongo, según los datos de la Comisión Electoral Nacional Autónoma y Permanente (CENAP) divulgados por el Ministerio del Interior en la Televisión pública, quedó André Mba Obame, ex ministro del Interior y candidato independiente, con un 25,88 por ciento de votos.
El tercero fue, según la misma fuente, Pierre Mamboundou, de la Alianza para el Cambio y la Restauración (ACR), con un 25,22 por ciento de votos.
Inmediatamente después de hacerse públicos los resultados, se produjeron protestas en al menos dos barriadas populares de Libreville, donde la Policía disolvió a los manifestantes contrarios a Bongo.
También en Port Gentil, la segunda ciudad del país, hubo una manifestación y, según las emisoras regionales, los participantes en la protesta atacaron la cárcel local y pusieron en libertad a un número indeterminado de presos.
Desde el martes, las fuerzas de seguridad y militares de Gabón habían reforzado su presencia en las calles de Libreville, ante la posibilidad de que se produjeran protestas y disturbios al divulgarse los resultados de las presidenciales.
La oposición, que denunció de antemano la probabilidad de un fraude electoral en favor de Alí Bongo, exigió, aunque en vano, el aplazamiento de las elecciones.
Los observadores de la Unión Africana apuntaron el martes pasado que se habían producido "irregularidades" en los comicios, pero no pusieron en duda su legitimidad y dijeron que se habían celebrado "conforme a la ley".
Después de la muerte de Omar Bongo, opositores y organizaciones civiles exigieron un cambio tangible en Gabón, la renovación de la clase política y una clara democratización tras décadas de Gobierno autoritario, corroído por la corrupción y con un 60 por ciento de la población en la pobreza, pese a la riqueza petrolífera del país.