Pese a las caídas mostradas en las últimas décadas en la ley del mineral en los principales yacimientos de cobre de Chile, incremento en los costos y vaivenes en los precios, el futuro para la industria chilena parece ser promisorio gracias a los planes de incremento en la producción de las principales mineras -tanto públicas como privadas- que operan en el país, los que permitirá seguir manteniéndose como el principal productor mundial del metal por lo menos durante los próximos 15 años.

Según las estimaciones realizadas por la Comisión Chilena del Cobre, en el periodo 2009-2025, la producción de cobre de mina en Chile tendrá un espectacular salto, incrementándose aproximadamente en un 45% desde los actuales niveles.

Ana Isabel Zúñiga, directora de Estudios de Cochilco, señaló que con los proyectos actualmente en construcción y que contemplan inversiones del orden de los US$20.800 millones sólo en cobre, la producción se incrementará en al menos 1 millón de toneladas de cobre fino en los próximos cinco años, llegando a los 6,2 millones de toneladas de cobre al 2014.

"Tenemos una cartera de inversiones en proyectos de poco más de US$20.000 millones a materializarse en el quinquenio. Esos proyectos son los que explican ese crecimiento en la producción. Estos son principalmente expansiones de operaciones de grandes proyectos y yacimientos de 'clase mundial', y esto sería lo que provocaría el salto", dijo.

Entre los principales proyectos se encuentran Sulfuros Radomiro Tomic y mina Alejandro Hales de Codelco Norte, la expansión de Collahuasi, extensión de Lomas Bayas de Xstrata, Esperanza de Antofagasta Minerals.

PARTICIPACION
Pero las buenas perspectivas van más allá, pues la entidad estima que la producción total de cobre de Chile podría llevar a un promedio de 7,7 millones de toneladas entre 2015 y 2025, muy por sobre las actuales 5,3 millones de toneladas, gracias al desarrollo de nuevos yacimientos -Chile tiene actualmente el 38% de la reservas probadas de cobre en el mundo- y mejoras de productividad, que permitirían elevar su participación en el mercado mundial desde el actual 35%.

"Creemos que la cartera de proyectos que tiene Chile es sólida, en el sentido que está muy fundado el crecimiento de producción de concentrados, que son expansiones de proyectos que ya están operando, lo que significa que tiene una probabilidad de materialización mucho más alta que proyectos por ejemplo que están en la cartera de África o Perú. (...) Podríamos ver nuestra participación aumentando, despegando de ese 35% que ha sido la tónica en los últimos cinco años, pero es dificil precisar una cifra", concluye Zuñiga, quien -no obstante- estima que "a nivel del mundo se va a notar".

Pero este no sería el único cambio en la industria. En los próximos 15 años, la matriz de productos de cobre también cambiaría. Según las estimaciones, Chile dejaría de producir mayoritariamente cátodos, para volcarse a los concentrados, que actualmente representan aproximadamente un 40% de la oferta. Al 2025, la producción de concentrados de cobre se acercaría a las 5,5 millones de toneladas (actualmente poco más de 3 millones), mientras que la de cátodos caería por debajo de 1,5 millones de toneladas (actualmente sobre 2,0 millones).