El último día de trabajo de Yan Marta Carrasco como directora de la Escuela El Palomar fue el 15 de enero. Un cargo que no sabe si seguirá ejerciendo, porque hace dos años asume como subrogante. "Nadie me ha avisado si seguiré o no", dice.
Ser subrogante en estado permanente es complicado: "No puedo planificar metas a largo plazo", dice. La situación se agrava aún más, pues el colegio, ubicado en Copiapó, tiene 42 profesores y, de ellos, 11 son reemplazantes. Es decir, más de un cuarto de su planta está formado por docentes que sustituyen a los titulares con licencia médica, algunos incluso por el año completo.
Una realidad que se replica en todo el país. De 4.406 establecimientos municipales, según datos proporcionados por el Ministerio de Educación vía Ley de Transparencia, 1.130 tienen en sus aulas a profesores de reemplazo (26%), los que suman más de 2.040.
No es todo: 108 recintos educacionales tienen sobre el 20% de su planta en esta modalidad. Algunos casos críticos son la Escuela Básica Fundo Chanco de Concepción (33%), la Escuela Radimadi de La Unión (27%), la Escuela Andrés Alcázar de Laja (22%) y la Escuela El Palomar de Copiapó (26%). Es más, en seis escuelas unidocentes (generalmente rurales), el único profesor trabaja bajo la modalidad de reemplazo.
La sustitución no puede superar los seis meses; de ser así, se debe contratar al profesional por un año y cancelarle enero y febrero. "Muchos sostenedores hacen artimañas para eximirse del pago de vacaciones. Dejan un espacio de cuatro días entre cada contrato y le hacen el otro, así se quedan con la plata de vacaciones", acusa el presidente del gremio, Jaime Gajardo.
¿El problema? Según Francisco Claro, docente de la Facultad de Educación UC y miembro del directorio de Elige Educar, bajo esta modalidad no se logra un buen aprendizaje. "Los profesores reemplazantes suelen hacer pocas horas y no logran afianzar la relación entre profesor y alumno. Un profesional debiera estar mínimo un año con un curso".
Bien lo sabe la directora de la Escuela El Palomar, quien ha visto el desempeño en Simce, especialmente entre los cursos menores. "Es porque no hay seguimiento académico en la primera etapa escolar", dice.
Un problema similar puede darse cuando se trata de los profesores "a contrata", los que están de marzo a diciembre, y no saben si volverán el siguiente año. Situación que afecta a 24.296 docentes, el 36% de los profesores que hoy ejercen en los establecimientos públicos.
Razones
El excesivo uso de licencias médicas es evidente y un fenómeno en alza en el sistema educacional chileno. "Nosotros tenemos muchas ausencias durante el año. Es más, una de las profesoras ya suma dos años con licencia", comenta Marta Carrasco.
Según Claro, sin embargo, que más de un 20% de los profesores de un colegio sea reemplazante no parece justificable: "Me parece un problema y habla, tal vez, de un abuso más que de un uso de licencias médicas".
La baja matrícula también genera la contratación de suplentes. Es el caso de la Escuela Básica Fundo Chanco, en Concepción, donde seis de sus 18 profesores son reemplazantes. "No se llama a concurso para contratar por la alta variación de matrícula. Si un profesor pasa a ser titular y luego no hay alumnos, ¿cómo lo financiamos?", explica el jefe del Departamento de Educación, Jorge Riffo.