Profesores trabajan en el mismo tipo de colegio donde ellos estudiaron

<p>Una investigación de la Universidad Alberto Hurtado revela que los docentes con menos herramientas, al egresar de universidades de baja o nula selectividad, y que cargan con carencias arrastradas desde su propia formación escolar, son los que mayoritariamente se hacen cargo de la educación de los niños más pobres.</p>




Un apartheid en la educación chilena. Así de drásticos son los investigadores de la Universidad Alberto Hurtado, Andrea Ruffinelli y Alexis Guerrero, para describir lo que ellos llaman "el círculo vicioso" en el que se desenvuelven los docentes provenientes de los estratos socioeconómicos bajos y medios-bajos en el país. Y en el que, de paso, arrastra a los alumnos más pobres.

Explican: son profesores que estudiaron en un colegio municipal o particular subvencionado, dan la PSU y, con un magro puntaje, ingresan a una escuela de Pedagogía poco exigente. Al titularse, encuentran trabajo en un establecimiento del mismo tipo del que egresaron, y tienen escasas herramientas para revertir el vacío cultural con el que cargan sus alumnos.

Ambos investigadores, del Centro de Desarrollo de la Educación de la UAH, realizaron un estudio financiado por el Consejo Nacional de Educación que revela hasta qué punto esto es una realidad: el 65% de los profesores egresados del sistema municipal y el 63% de los que se formaron en la educación subvencionada se desempeñan en colegios de las mismas dependencias. En cambio, ni uno solo de los docentes que cursaron su educación secundaria en un establecimiento particular pagado, trabaja en un colegio municipal durante los dos años siguientes a su titulación.

El análisis se realizó en 2008, mediante una encuesta a 246 egresados y titulados en Educación Básica entre 2006 y 2007, de 17 escuelas de Pedagogía. El cuestionario recoge datos de cada uno de los participantes desde que ingresaron a la enseñanza media hasta sus primeros años de experiencia laboral.

BAJA SELECTIVIDAD

El paso por la universidad, que podría ayudar a mitigar las falencias de la educación municipal, en este caso no es de mucha ayuda. La mayoría de los jóvenes egresados de colegios municipales (65%) y particulares subvencionados (66%) entraron a una universidad que requiere bajos puntajes PSU o que no pide puntaje.

De hecho, de los 162 programas de Pedagogía Básica existentes, en sólo 11 el último puntaje seleccionado superó los 500 puntos en el proceso de admisión 2010. La suerte no es igual para los jóvenes que egresaron de colegios particulares pagados: el 87,5% de ellos se matriculó en una universidad con mayor exigencia en el ingreso.

ACREDITACIÓN E INCENTIVOS

La acreditación obligatoria de las carreras de pedagogía, que comenzó a regir en 2008, da una luz de esperanza en este sentido. Andrea Ruffinelli cree que también es necesario que todos los planteles que imparten esta carrera pongan condiciones al ingreso de los alumnos. "No puede ser que en algunas universidades la gente entre sin PSU, y en otras con PSU", opina.

Generar incentivos para que los profesores formados en las mejores universidades se desempeñen en la educación subvencionada y pública también es necesario para elevar el nivel del sistema. Hoy muchos sostenedores optan por tener docentes a contrata desde marzo a diciembre, para no pagar vacaciones y ahorrar dinero. Una práctica que, según Ruffinelli, también se da en los establecimientos públicos.

PEORES SALARIOS

El efecto de este círculo vicioso no cae sólo sobre los alumnos, sino también sobre los profesores. El destino que traza el colegio de origen sobre sus egresados es tal que quienes salen de colegios municipales están condenados a salarios más bajos.

La mayoría de los profesores que egresaron de un colegio particular (52,4%) ganan más de 500 mil pesos, porque se desempeñan en establecimientos de mayor nivel socioeconómico. En cambio, sólo el 10,3% de los provenientes de la educación municipal recibe ese salario. 

Al cabo de uno o dos años, la situación se vuelve más desigual entre docentes. Mientras los primeros aumentan su sueldo en un 25%, los segundos sólo llegan a un 5% de incremento.

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