Una prohibición estatal a los matrimonios entre personas del mismo sexto está costando millones de dólares anuales a la ciudad de San Francisco, tanto en ingresos perdidos como en la necesidad de prestar más servicios, testificó el jueves un economista.

El jefe de economía de la ciudad, Edmund Egan, testificó en una demanda que busca levantar la prohibición a los matrimonios homosexuales.

Egan dijo que la gente casada acumula más fortuna y tiene que gastar más en propiedades y productos de consumo, lo que eleva las recaudaciones fiscales.

Añadió que la ciudad debe gastar más en atención a la salud para trabajadores que carecen de seguro porque los homosexuales no siempre reciben la cobertura bajo los planes que obtiene su pareja en el empleo.

"Para mí está claro que la Propuesta 8 (que prohibió los matrimonios entre personas del mismo sexo) tiene un impacto material negativo en la ciudad de San Francisco", concluyó. "Estos impactos son difíciles de cuantificar, pero a largo plazo pueden ser poderosos".

Egan testificó durante el cuarto día de un juicio federal sobre una demanda que desafía la Propuesta 8, aprobada por el electorado de California en el 2008.

La ciudad obtuvo autorización para unirse a la demanda a fin de demostrar que los gobiernos absorben algunos de los costos de la prohibición.

Peter Patterson, abogado de quienes defienden la Propuesta 8, puso en duda la metodología de Egan y lo llevó a reconocer que basaba muchos de sus estimados en suposiciones sacadas de los hábitos de consumo de las parejas heterosexuales.

El caso es atendido por el juez de distrito federal Vaughn R. Walker, quien dijo el jueves que abandonaría sus intentos de transmitir el juicio en la internet. Walker señaló que no quería que el asunto de las transmisiones fuera una distracción sobre el propio proceso.

La decisión fue anunciada por Walker un día después de que la Corte Suprema federal bloqueó indefinidamente sus planes para grabar el juicio de modo que fuera transmitido a otros tribunales federales.

En el banquillo de los testigos, Egan dijo que San Francisco ha experimentado también mayores costos en la atención a la salud mental por la discriminación a los gays, y eroga actualmente 2,5 millones de dólares al año en servicios especiales para ellos.

"Creo que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo es una forma de discriminación, y resulta razonable suponer que si se retirara la prohibición habría con el tiempo una relajación de la discriminación que perciben estos individuos en su vida diaria", señaló.