Prophets of rage aún no cumple un año de funcionamiento pero dada la categoría de súper grupo y la experiencia de sus integrantes, el escaso tiempo es una variable relativa. El combo armado entre tres cuartas partes de Rage against the machine, Chuck D y DJ Lord de Public enemy, y B-Real de Cypress hill, alista un disco debut y la anoche del miércoles ante 6100 personas en el Movistar arena adelantaron Party's over y Unfuck the world, canciones que no permitieron advertir algún nuevo maridaje sino las coordenadas que hicieron a RATM una banda fundamental de los 90: los riffs subversivos de Tom Morello montados sobre la magnifica base rítmica con resabio de hip hop orgánico del bajista Tim Commerford y el batero Brad Wilk.
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Propheys of Rage este miércoles en el Movistar arena. FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ / LA TERCERA[/caption]
El resto del tiempo Prophets of rage, a pesar de sus declaraciones sobre la contingencia política mundial en la era Trump, el despertar de consciencias y los puños en alto a la manera de saludo, aún no supera la condición de un proyecto que activa nostalgia y un masivo karaoke en directo sostenido en los mejores momentos de las discografías de los respectivos grupos, con la balanza inclinada hacia el material de RATM, aún cuando Brad Wilk dijo en Chile que el set se repartía en partes iguales. Definitivamente no. El poder de fuego de Prophets se basa en la artillería de la banda donde Zach de la Rocha ponía la voz, y aquello quedó claro tras una larga y a ratos innecesaria introducción de DJ Lord pinchando material infalible de Metallica, Beastie boys y Nirvana entre otros, y la interpretación de Prophets of rage, la canción de Public enemy con la que Chuck D demostró que ese vozarrón belicoso que lo convirtió en leyenda del rap continúa mortífero para descerrajar rimas. Luego, clásicos imbatibles de RATM como Testify, Take the power back, Guerrilla radio, Bombtrack y People of the sun, secuencia apenas interrumpida por (Rock) Superstar de Cypress hill y la inmensa Fight the power de Public enemy.
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FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ / LA TERCERA[/caption]
En la medianía del set los miembros de Rage dejaron el escenario para que Chuck D, DJ Lord y B-Real compilaran sus mayores éxitos incluyendo Bring the noise, Insane in the brain y Jump around, dejando escapar la posibilidad de reinterpretar tamaños clásicos con la compañía de una banda.
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FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ / LA TERCERA[/caption]
Si bien B-Real es el principal encargado de llevar el grueso del verso con intervenciones precisas de la incendiaria voz de Chuck D, se ve obligado a acomodar su tono chillón al fraseo original de de la Rocha, sin replicar del todo su furibundo registro. No es nada grave pero reitera la sensación surgida en esa especie de intermedio con las canciones de Cypress hill y Public enemy: por mientras Prophets of rage solo se remite al oficio. Fue así como el momento más jugado de la noche llegó con la versión de Seven nation army de The White stripes junto a Ana Tijoux, que si se dio el tiempo de montar rimas originales sobre el último gran éxito mundial del rock. Curioso. La invitada puso más empeño en ser original que los anfitriones.
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FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ / LA TERCERA[/caption]
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