Inyecciones del ingrediente activo de la heroína funcionaría mucho mejor que la metadona oral a la hora de mantener en tratamiento a algunos adictos a esa sustancia, informaron investigadores canadienses.

Pero los expertos advirtieron que el tratamiento implica cierto riesgo de sobredosis y convulsiones, por lo que las inyecciones deberían aplicarse sólo en un establecimiento médico.

"La metadona, provista de acuerdo con las guías prácticas, debería mantenerse como tratamiento de primera opción para la mayoría de los pacientes", escribieron Eugenia Oviedo-Joekes, de la University of British Columbia, y colegas en New England Journal of Medicine.

Pero cuando esa alternativa no funciona, indicó el equipo, administrar el ingrediente activo de la heroína, diacetilmorfina, parece ser una opción efectiva. La terapia con metadona fracasa en el 15 al 25 por ciento de quienes buscan asistencia.

EL ESTUDIO
Oviedo-Joekes y sus colegas estudiaron a 226 adictos en Montreal y Vancouver. Sólo el 54 por ciento de quienes recibieron metadona se mantuvieron en tratamiento por un año, indicaron los investigadores.

En tanto, el 88 por ciento de los participantes a los que se les inyectó diacetilmorfina siguieron la terapia y un 67 por ciento abandonó el consumo de drogas ilícitas, comparado con el 48 por ciento de las personas tratadas con metadona.

El costo del tratamiento con heroína es de menos de 10.000 dólares por año.

"Sabemos que el costo para la sociedad de una persona sin tratamiento es superior a los 50.000 dólares anuales y eso incluye consultas de emergencia, médicos, policía, cárcel, etcétera", manifestó el doctor Martin Schechter, de la University of British Columbia, quien trabajó en el estudio.

América del Norte tiene alrededor de 1 millón de adictos a la heroína. En Europa, pruebas similares arrojaron resultados comparables a los obtenidos en esta investigación.

"La prescripción de heroína actualmente es reconocida en algunos países europeos como el tratamiento óptimo para los pacientes en los que se acaban las opciones y en los que no funciona la metadona, además de mantener al usuario en contacto con los servicios de asistencia a las adicciones", escribió en un comentario Virginia Berridge, de la University of London.