Fue el 5 de octubre de 2015. Ese día, el senador por Antofagasta y actual precandidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, llegó a las oficinas del Departamento de Extranjería y Migración para reunirse con el jefe de dicha unidad, Rodrigo Sandoval.
En esa ocasión, el parlamentario dio cuenta de una propuesta para modernizar la actual ley de migraciones, que se mantiene sin mayores modificaciones desde 1975. Junto a él estaba la diputada -y también representante de la zona- Paulina Núñez (RN), quien ha liderado junto a otros parlamentarios de Chile Vamos una ofensiva que busca restringir tanto la entrada como la permanencia de extranjeros en nuestro país.
El documento promueve medidas de integración y plantea establecer políticas educacionales. Sin embargo, entre sus cuatro apartados se incluyen propuestas dirigidas a la "prevención de la inmigración ilegal" y a agilizar los procedimientos para la expulsión de quienes tengan condenas. "Es necesario establecer mecanismos más expeditos para la expulsión de los condenados por sentencia judicial firme, y los recursos para ello, en el más breve plazo", dice el texto, que va en línea con lo que esta semana plantearon no sólo la oposición, sino que dos cartas presidenciales de ese sector: Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón.
La propuesta de Guillier contemplaba "la prohibición de cambio de la condición migratoria de aquellas esencialmente transitorias hacia las permanentes", junto con apuntar a que "las personas que postulan a un permiso de residencia temporal siempre deberán hacerlo en la embajada o consulado de su respectivo país de origen, o por vías electrónicas, no pudiendo realizarlo directamente en Chile".
Este es uno de los temas que el parlamentario desarrolló durante su campaña senatorial en 2013, cuando transmitió una visión más favorable a endurecer los controles a propósito de la llegada de extranjeros a su región. Por esos días dijo que "la llegada de migrantes está deteriorando la calidad de vida de los antofagastinos, sobre todo de bajos recursos".
Consultado ayer por La Tercera, el senador matizó los planteamientos de la propuesta de 2015 y dijo que "cuando esto estaba recién partiendo, era una situación distinta. La propuesta la presentamos hace más de un año y ha pasado mucha agua bajo el puente, se quedó corta". Y agregó: "Propusimos la expulsión de aquellos sorprendidos en actos delictuales; una vez que cumplieron sus penas en Chile, los expulsa. Pero han ido surgiendo otros problemas, como, por ejemplo, ¿qué pasa cuando un inmigrante tiene un hijo chileno? No podemos dividir a las familias".
El debate que se ha generado respecto de la necesidad de actualizar la normativa de migraciones surgió luego que Chile Vamos definiera integrar entre sus ejes programáticos propuestas sobre la materia. De hecho, hoy se llevará a cabo la primera sesión de la Comisión de Trabajo del conglomerado abocada al tema.
Ayer, Piñera reforzó sus planteamientos, lo que provocó diversas críticas desde el oficialismo. Entre estas se cuentan las de otra de las figuras presidenciales de la Nueva Mayoría, Ricardo Lagos, quien señaló que "lo peor sería que usáramos estos temas como banderas políticas en circunstancias que hay que abordarlos con la seriedad que tienen". Pese a esto, el ex mandatario enfatizó que "tampoco a uno le gusta que lleguen migrantes ilegales ni tampoco que hayan verdaderas mafias que en la frontera piden 200 o 800 dólares (para ingresar)".
Otra de las cartas oficialistas, José Miguel Insulza, dijo que "Chile requiere una política migratoria, hace tiempo no la tiene, y varios sectores la han pedido".
En tanto, respecto de los dichos Piñera, quien había apuntado a que "muchas de las bandas de delincuentes son de extranjeros", Insulza señaló: "No he sabido de estadísticas que aseguren que hay criminales entre los migrantes. Eso es un mito inventado en EE.UU.".
Quien salió a desmarcarse de la ofensiva de Chile Vamos fue el candidato presidencial de Evópoli, Felipe Kast, quien dijo a La Tercera que "el tema migratorio tiene el riesgo de que se transforme en propuestas populistas, lo hemos visto en todas partes".
"No estamos dispuestos a avanzar con cualquier medida que busque discriminar a los inmigrantes, estigmatizarlos, transformándose en una actitud xenófoba. Lejos de ser una amenaza, ellos son una oportunidad. Es muy fácil caer en caricaturas con los migrantes. Renta muchos votos tal vez", agregó.
Críticas de la Nueva Mayoría
Mientras parlamentarios de Chile Vamos reforzaron sus planteamientos en línea con actualizar la ley de migraciones y aumentar la regulación para extranjeros, desde la Nueva Mayoría salieron a criticar la ofensiva y pidieron evitar que este asunto sea utilizado con fines electorales.
En esa línea estuvo el diputado Matías Walker (DC): "Rechazamos absolutamente la vinculación que, de manera demagógica y fascista, intenta hacer la oposición entre la inmigración y la delincuencia". Por su lado, el presidente de la Comisión de DD.HH. de la Cámara, Tucapel Jiménez (PPD), dijo que es "triste que la derecha trate de sacar dividendos políticos con un tema tan sensible como es la inmigración, y es aún más lamentable que su candidato presidencial se haga eco de esta ola ultranacionalista. Desde el PS, en tanto, el diputado Daniel Melo acusó que "el ex Presidente Piñera y los parlamentarios de Chile Vamos han sido contagiados con el pensamiento de Donald Trump".