El pasado 2 de febrero, en la comuna francesa de Aulnay-sous-Bois, cuatro agentes policiales fueron acusados de una brutal detención en lo que debía ser un control de identidad. El relato de Theo, la víctima, fue estremecedor: lo golpearon y violaron con un tipo de luma extensible. La respuesta de la población no se hizo esperar y se volcó a las calles para manifestar su indignación.

Desde entonces, violentas protestas han marcado la pauta en París, sobre todo durante las últimas horas. Decenas de personas detenidas, cinco vehículos incendiados y frustrados intentos para quemar recintos son el saldo del caos que apoderó de las calles de la capital francesa.

Un escenario que promete empeorar y, además, recuerda los disturbios que se vivieron en 2005, cuando la muerte de dos jóvenes musulmanes convulsionó a la zona periférica de París.

c4it05kwyaajcis

El presunto abuso del joven de 22 años golpeó fuerte al país galo. Los cuatro agentes policiales fueron suspendidos y están siendo investigados formalmente por violación y uso innecesario de violencia.