Los habitantes de los poblados de la prefectura del noreste de Atenas pasaron una segunda noche de pesadilla con las llamas de un extenso incendio que ha arrasado en las últimas horas cientos de hectáreas de bosques y calcinado decena de viviendas.

El fuego que arde sin cesar en las últimas 32 horas se ha acercado a 15 kilómetros de Atenas, rodeando el monte de Pendelis, uno de los pocos pulmones de la región capitalina.

Las campanas de las iglesias de los poblados de la región afectada han sonado continuamente durante la noche del sábado, poniendo en alerta a los pocos habitantes que han permanecido en el lugar para combatir las llamas y proteger sus bienes.

La prefectura de Atenas se encuentra en estado de emergencia y las autoridades concentran sus fuerzas para apagar el incendio, que avanza en las últimas horas en un perímetro de 80 kilómetros, según un primer cálculo de Bomberos.

Los jefes de las comunidades afectadas protestaban en la madrugada de hoy ante los canales de televisión sobre la falta de ayuda por parte de los bomberos por tierra. "Estamos aquí solos y las llamas se están acercando", gritaba en una comunicación telefónica con un canal una inquilina de la comunidad de Pikermi, en la región afectada.

"Nos vamos a quemar vivos", comentaba desesperado otro habitante de la localidad de Maratona, agregando que "nos quedaremos aquí para proteger nuestras casas. Hemos enviado a los niños a un lugar seguro".

"La situación es trágica.Se están quemando casas en Kato Suli y no tenemos ningún vehículo cisterna", informó el alcalde de Maratona, Spiros Zagaris, al canal Skai.

Durante la noche, las comunidades expuestas a las llamas fueron desalojadas y las autoridades iban puerta por puerta instando a los pobladores a abandonar el lugar por peligro a quemarse vivos. Como medidas de precaución se evacuaron dos campamentos de verano de niños, un hospital de niños, dos clínicas psiquiátricas y diversas comunidades en Maratona, Anthusa, Drafi, Dionisos, Nea Makri y Rudopolis.