No sólo Nueva York es escenario de la frustación de miles de ciudadanos estadounidenses que movilizados han protestado por la situación económica  y lo que llaman la corrupción en las grandes corporaciones.

Ahora los "indignados" llegaron a Washington. Alrededor de un millar de personas se manifestaron hoy en el centro de esta ciudad y se instalaron en la Freedom Plaza (plaza de la Libertad) y tienen planeado quedarse los próximos días.

Los manifestantes gritaban hoy "la humanidad no necesita la avaricia de las corporaciones" o "paren la máquina para crear un mundo nuevo". "Queremos una ocupación no violenta similar en protesta por los gastos militares, los recortes sociales y denunciar la corrupción encarnada por las grandes corporaciones financieras", dijo David Swanson, uno de los organizadores del movimiento denominado "Occupy Washington DC" (Ocupemos Washington DC).

Los protestantes tienen previsto realizar una asamblea general en la plaza, a apenas dos manzanas de la Casa Blanca, esta tarde y posteriormente marcharán ante la Cámara de Comercio de EEUU. "Vamos a permanecer en la plaza hasta que logremos crear una conciencia de que la gente puede desafiar al gobierno al margen de los partidos políticos", explicó Swanson.

Los manifestantes han instalado diversas tiendas de campaña en la plaza de Washington y han instado a los simpatizantes a traer sus sacos de dormir para pasar la noche. Asimismo, desde un escenario varios grupos musicales entretenían la protesta pacífica y diversos activistas civiles lanzaban lemas contra el gobierno, las guerras de Afganistán e Irak y el capitalismo.

"No los necesitamos, son ellos los que nos necesitan a nosotros", gritaba Ashley Smith, una de las protestantes en la plaza.

En los próximos días los "indignados", se desplazarán hacia otros centros como el Pentágono, el Capitolio o la calle K, donde se concentran gran parte de las oficinas de los lobbies o grupos de presión que trabajan en la capital estadounidense.

El movimiento, que hace casi tres semanas empezó en Nueva York a plantar cara a los "poderosos" de Wall Street con apenas un centenar de personas, se ha convertido en una desafiante respuesta de la sociedad civil estadounidense contra los excesos del sistema financiero, y se ha extendido a otras zonas de Estados Unidos como Los Angeles o Chicago.