Unos 500 indígenas de diversas etnias se congregaron hoy frente al Ministerio de Justicia en Brasilia y bloquearon todos los accesos al edificio, en una nueva protesta por un proyecto que propone alterar la forma de establecer sus reservas, mientras que en Fortaleza, una de las 12 ciudades sedes del Mundial, una protesta de choferes paralizó el servicio de transporte de autobús.
Así como ocurrió el pasado martes, cuando varios indígenas llegaron a enfrentarse con la policía en una manifestación contra el próximo Mundial de fútbol a la que se unieron, los indios se presentaron ataviados con plumas, sus rostros pintados y armados con arcos y flechas.
"Estamos aquí para repudiar esos cambios propuestos en el proceso de demarcación, que son antidemocráticos y agravarán la situación en las tierras indígenas", declaró a periodistas Lindomar Terena, uno de los organizadores de la protesta.
Terena aseguró que el bloqueo al Ministerio de Justicia, que se desarrollaba en forma pacífica, será mantenido hasta que el titular de ese despacho, José Eduardo Cardozo, "acepté un diálogo" sobre el asunto.
El proyecto de ley que rechazan los indios ha sido elaborado por el Ministerio de Justicia y propone que la responsabilidad por la demarcación de las reservas, que hasta ahora es de la Fundación Nacional del Indio (Funai, estatal), sea transferida al Congreso.
Los indígenas se oponen a esa alteración, pues alegan que en las cámaras legislativas existen grupos parlamentarios que representan los intereses de los empresarios del campo, con los que mantienen diversos conflictos por la propiedad de las tierras.
La Asociación de Pueblos Indígenas, que ha organizado las protestas en Brasilia, sostiene que esos conflictos son el origen de la inseguridad que se vive en muchas de sus tierras.
De acuerdo a un reciente informe de la Comisión Pastoral de la Tierra, organismo vinculado al Episcopado brasileño, el año pasado quince miembros de comunidades indígenas fueron asesinados en medio de disputas por la propiedad de las tierras.
Según el informe, la etnia yanomami fue la principal víctima de esos conflictos durante 2013, cuando cinco de sus miembros fueron asesinados en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.
RECLAMO POR MÁS SEGURIDAD
En tanto, una protesta de choferes paralizó hoy el servicio de transporte de autobús en Fortaleza, una de las 12 ciudades sede del Mundial de fútbol de Brasil 2014, que se iniciará dentro de 14 días.
En el caso de la capital del nororiental estado de Ceará, la protesta no es en demanda de mayores salarios, sino de más seguridad para los trabajadores, y estalló después del asesinato a cuchillazos de un chofer de 55 años, en un asalto en la noche de este miércoles.
Según el presidente del Sindicato de Trabajadores en Transportes Camineros de Ceará (Sintro), Domingo Neto, la manifestación obligó a cerrar las siete estaciones de autobús de Fortaleza, y afecta también a los vehículos que circulan por la zona céntrica de la ciudad.
"Hay un ambiente de indignación y revuelta. Es difícil volver a trabajar así", afirmó otro dirigente del Sintro, Flávio Braz de Souza.
La protesta en Fortaleza se suma a una serie de huelgas de conductores de autobús registrada en varias ciudades brasileñas, y que prosigue hoy en la norteña capital de Sao Luis, donde trabajadores que demandan aumentos salariales mantienen paralizados los servicios de transporte público desde hace ocho días.
Fortaleza será sede de seis partidos del Mundial de Brasil, que se jugará del 12 de junio al 13 de julio, entre ellos uno de octavos y uno de cuartos de final.
La serie de duelos se iniciará el 14 de junio, con un choque entre Uruguay y Costa Rica, y proseguirá con los partidos entre Brasil y México, el 17, entre Alemania y Ghana, el 21, y entre Grecia y Costa de Marfil, el 24 de junio.