Manifestantes protestaron hoy frente a la Embajada de España en Panamá, luego de que se cerrara una demanda judicial interpuesta en Madrid en contra de la compañía española Rasfer Internacional, involucrada en la comercialización de un tóxico que causó un envenenamiento masivo en Panamá en 2006.
La protesta fue convocada por el Comité de Familiares y Víctimas de Envenenamiento, quienes deploraron el fallo de la Audiencia Española que archivó la demanda contra la empresa.
Gabriel Pascual, dirigente del comité de víctimas, sostuvo que las autoridades judiciales españolas no actuaron en estricto derecho, por lo que formuló un llamado al imperio de la justicia en contra de crímenes de lesa humanidad. Recordó que, en China, los responsables del suministro del producto químico letal fueron sometidos a juicio sumario y fusilados.
El dietilenglicol fue importado por una empresa local en Panamá, que luego lo vendió como si fuese glicerina para la elaboración de jarabes antitusivos y cremas de uso tópico al Laboratorio de Medicamentos de la Caja de Seguro Social (CSS).
La operación comercial provocó que cientos de personas fuesen intoxicadas luego del consumo de jarabes contaminados. Muchos de los afectados, en su mayoría adultos, desarrollaron el síndrome de parálisis e insuficiencia renal aguda (SPIRA).
Asimismo, un grupo de pacientes afectados con el dietilenglicol se reunió este martes frente a la Gobernación de la occidental provincia de Coclé, para exigir atención especial a favor de los sobrevivientes de la intoxicación masiva.