Un día después de las elecciones legislativas de octubre, el Presidente Mauricio Macri anunció que de ahí en adelante vendrían importantes reformas. De cara a la segunda parte de su gobierno, el mandatario argentino comenzaba así a afinar los detalles de los cambios estructurales para aliviar el déficit fiscal y atraer inversión. Y ayer, esperaba obtener su primera gran victoria con la votación de una de sus reformas más controvertidas: la previsional. Sin embargo, falló.
Luego de que el Senado le diera el visto bueno al proyecto de ley tras algunas modificaciones, la reforma volvió ayer a la Cámara Baja para ser votada. No obstante, los sindicatos y partidos de izquierda habían convocado a múltiples manifestaciones en las calles en rechazo a la reforma. Las protestas se tornaron violentas, con manifestantes lanzando piedras y forcejeando con la policía, la que lanzó gases lacrimógenos y repelió con balas de goma. "Basta de estafar a los jubilados", "Con nuestros abuelos no se juega", y "Justicia", eran algunos carteles que portaban los manifestantes. Buenos Aires se encontraba totalmente sitiada y con cortes en las avenidas.
Pero ayer, tras una acalorada discusión con incluso gritos en la Cámara Baja, la sesión fue suspendida a pedido de la diputada oficialista Elisa Carrió. "Lo peor que puede hacer una Cámara de Diputados es sesionar en este ambiente de violencia", dijo la recién electa legisladora. Esto, ya que el oficialismo consiguió el quórum necesario para debatir la reforma, pero después de la hora límite según la oposición, lo que despertó la furia de muchos de los asistentes. Según la oposición, el quórum fue obtenido de forma "fraudulenta". La votación quedó entonces para la próxima semana.
Sin embargo, tras la suspensión del proceso, el jefe de gabinete, Marcos Peña, dijo que "nunca se recurrió a la violencia como hoy" y culpó a la oposición. "Tienen que tener la dignidad de sentarse y debatir, de perder cuando no representan a una mayoría", afirmó. "Buscamos la paz y no vamos a caer en el juego de los violentos", añadió.
Polémica ley
"Dentro del plan de ajuste general del gobierno los jubilados representan un sector que emblemáticamente tiene un poder de convocatoria enorme en Argentina", dijo a La Tercera la analista y consultora Graciela Romer. Algo que se notó en las calles ayer.
Los críticos aseguran que la reforma previsional afectará directamente a los 17 millones de personas que reciben jubilaciones y pensiones.
Pero desde un inicio el proyecto ha sido polémico. Lo principal es que esta reforma modifica la fórmula de movilidad jubilatoria, es decir, el cálculo de cuánto recibirán.
Actualmente, gracias a una ley de 2008, los haberes se ajustan semestralmente tomando en cuenta en un 50% la evolución de los salarios y en otro 50% la recaudación de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Pero a partir de la nueva ley, el aumento será trimestral y se establecerá en un 70% por la variación del índice de inflación y el resto por la evolución de los salarios formales. Para el Estado, el ahorro será de unos US$ 5.700 millones.
Según Clarín, si se mantiene la actual fórmula, se calcula un aumento de un 14,5% para las jubilaciones de marzo. Si se cambia, bajaría a 5,7%. Pero el gobierno afirma que los ajustes estarán alrededor de un 5% por encima de la inflación el próximo año.
Carrió, que también criticó a la ministra de Defensa por el operativo de gendarmería en las calles, mencionó ayer en la sesión que podría haber una compensación para reducir la pérdida en el aumento de marzo, lo que podría ser la "llave para votar la reforma", según Clarín. No obstante, hasta anoche el gobierno no confirmó esa versión.