Desde el primero de enero, miles de mexicanos han manifestado su indignación ante la medida que asumió el gobierno de aumentar hasta en un 20% el precio de las gasolinas. Marchas en las calles, tomas de gasolineras y actos vandálicos, como saqueos en tiendas, han marcado el panorama de los últimos días.
Si bien en algunas ciudades el aumento fue de un 14%, en otras se han registrado incrementos de hasta un 20,1%, lo que ha generado el descontento de la población. Esta situación se explica debido a la división que realizó el gobierno en 90 regiones, que corresponden a las zonas que abastece Petróleos Mexicanos (Pemex).
Así, las protestas contra el denominado 'gasolinazo' aumentan de forma viral. En las últimas horas, en el Estado de México (Edomex) se registraron al menos 250 detenidos por saqueos en trece municipios, mientras que la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio informó del cierre de 170 tiendas, producto de estos actos.
Ante este complejo escenario, ayer el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que comprende el enojo de la población, pero que "no hacerlo hubiera supuesto poner en riesgo la estabilidad económica del país". De este modo, desde el gobierno justifican el ajuste aludiendo al aumento internacional del combustible.
Sin embargo, el tono conciliador del presidente no fue capaz de apaciguar las aguas, y los indignados han continuado las manifestaciones, que se han tornado cada vez más violentas. Se han registrado nuevos saqueos en supermercados ubicados Azcaptzalco y Cuatitlán, así como nuevos bloqueos en las carreteras que vinculan la Ciudad de México con Querétaro, Puebla o Pachuca. Y la situación promete empeorar…