La minería en Chile ha representado 16% del PIB en los últimos seis años y hacia 2020 proyecta inversiones por unos US$100.000 millones, aunque algunas de ellas están en revisión. Esta industria, además, está requiriendo mayor cantidad de profesionales por el alto nivel de actividad, las buenas perspectivas del precio del cobre y la expansión de las operaciones.

Por primera vez, la Fundación Chile realizó un estudio que caracteriza a los proveedores mineros. El objetivo del análisis fue identificar las áreas donde poseen ventajas competitivas y potencial de desarrollo, además de definir las brechas que existen para alcanzar niveles de desarrollo que les permita internacionalizarse.

El reporte concluyó que hay en el país más de 720 mil trabajadores en empresas que prestan servicios a las mineras, lo cual representa 10% de la fuerza laboral de Chile, que suma 7,1 millones de personas.

Ese total de proveedores incluye los servicios de apoyo,explica Milena Grunwald, directora del Clúster Minero de la Fundación. Esto incluye las empresas que prestan servicios de alimentación o seguridad (y cuyo giro principal no es servicios a la minería).

En el sector minero, los trabajadores propios y contratistas alcanzan las 220 mil personas. El estudio sostiene que hay tres trabajadores de los proveedores por cada empleado de planta que tienen las mineras.

La mayor parte de los empleos en esta área se concentra en equipos y provisiones (54,6%), seguidos por contratistas (36,6%) y más abajo se encuentran los servicios de soporte (7,7%) y luego ingeniería y consultoría (1,2%).

El reporte añade que el empleo se concentra en empresas grandes (81%), con más de 200 trabajadores propios.

AUMENTAN EXPORTACIONES

"En Chile existe una potencia para multiplicar por 10 las exportaciones de proveedores mineros, las que hoy alcanzan US$ 200 millones", dice el gerente general de la Fundación Chile, Marcos Kulka. Esto, añade, va de la mano de la oportunidad que hoy existe en el sector minero: inversiones récord y características de las minas que se replican en el mundo, con mayor dificultad de acceso al mineral, escasez de agua y energía y desafíos medioambientales.

El reporte explica que 35% de las empresas proveedoras exporta sus servicios y los envíos al exterior de productos y servicios representa 25% de sus ventas. Este monto supera al 27% que se registró en 2007 en un estudio realizado por el Dictuc, el único que antes ha analizado la realidad de los proveedores mineros, dice Grunwald. "Este es un sector en crecimiento, en el cual un 50% de las empresas ha tenido un significativo incremento en ventas y dotación en el último año. La capacidad exportadora del sector presenta un alza de un 8% en los últimos cinco años, producto principalmente de exportaciones a la minería y es muy superior al promedio de la industria", afirma.

Las exportaciones de este tipo de servicios podría multiplicarse si se integran buenas prácticas de países como Australia o Canadá, donde la minería es una parte importante del PIB; pero también las empresas que entregan servicios asociados son fuertes. "En países como Finlandia, donde ya se acabó la explotación minera por falta de recursos, se han creado grandes empresas proveedoras que hoy están presentes en Chile, como Metso o Autocompu", dice Kulka. Agrega que "hoy tenemos una oportunidad muy grande, basta dar un impulso fuerte a estos proveedores para que puedan aumentar sus exportaciones al exterior".

La Fundación Chile tiene un programa junto a Codelco y Escondida -controlada por BHP- para desarrollar "proveedores de clase mundial". La meta es alcanzar 250 empresas en esta clase a 2014. A la fecha van 70 que se han integrado al programa. La compañía ahora pretende sumar nuevas mineras para alcanzar la meta del programa, que busca apoyar a compañías pequeñas y medianas. La selección se hace mediante necesidades que presentan las grandes mineras y se elige a la compañía que ofrece la solución más innovadora y que permite ahorrar costos.