El plan de la Universidad de Chile de construir un centro cultural para la Orquesta Sinfónica de la casa de estudios abrió un debate sobre la protección patrimonial que deberían tener los antiguos edificios, algunos sin uso, que posee el plantel.

Esto, debido a que el proyecto -un inmueble de 31 mil metros cuadrados gestionado por el Centro de Extensión Artística y Cultural (Ceac)- se emplazará en los terrenos donde se ubica una casona de principios del siglo XX, donde funcionó, entre 1945 y 2013, la antigua Facultad de Química y Farmacia del Casa de Bello, en Avenida Vicuña Mackenna 20. La iniciativa obligará a demoler la casona de arquitectura neoclásica. Arquitectos y ex alumnos de la U. de Chile han alzado la voz para evitar la demolición de la otrora facultad. Ahora, la alcaldesa de la Municipalidad de Providencia, Josefa Errázurriz, también se sumó y solicitó detener el proyecto.

Mediante una carta que envió al rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, la autoridad comunal señala que "(la municipalidad) no tiene las atribuciones para impedir la demolición de este edificio". En la misiva, además, recordó que el Departamento de Asesoría Urbana de la comuna propuso que la construcción se declarara Inmueble de Conservación Histórica. Sin embargo, agrega, en 2006 funcionarios de la U. de Chile pidieron al municipio dejar sin efecto esta declaratoria y la de otras dos propiedades pertenecientes a la casa de estudios. Errázuriz hace un llamado a dar un pie atrás para evitar la destrucción de este inmueble, señalando que "con todo respeto le solicitamos que la Universidad de Chile reconsidere la medida de demoler este edificio antes de que sea demasiado tarde y tengamos que resignarnos ante una nueva pérdida irreparable".

El rector subrogante de la Universidad de Chile, Santiago Urcelay, expresó que "lo que se debiera hacer en ese lugar es ver cómo se pueden salvar ciertos elementos dentro del nuevo planteamiento arquitectónico. Por eso la dualidad de ambos: ni lo uno ni lo otro, sino justo en un término medio donde se pueda tener historia, pero al mismo tiempo modernidad".

Respecto de las palabras de la alcaldesa, dijo que si bien piden reconsiderar la medida de demoler la edificación, nadie está dispuesto a invertir y salvar patrimonios. "Creo que los patrimonios hay que salvarlos de la mejor manera posible, pero también hay que entender que la modernidad obliga de repente a hacer ciertos ajustes. Que ahora alguien se ponga a hablar de esto, por un lado la municipalidad, yo le diría: ¿Con qué está dispuesta usted, alcaldesa, a invertir para que no hagamos esa intervención?", dijo Urcelay.