"Yo soy dirigente vecinal y sé perfectamente lo que es andar de un punto a otro de la comuna para hacer un trámite. Es harta burocracia y gasto de tiempo y dinero en locomoción para ir de una oficina a otra", señala Jaime Marín, presidente de la junta de vecinos N° 1 de Providencia, al ser consultado sobre el nuevo edificio municipal que se pretende construir en la comuna. "Me parece una buenísima idea, pero no sé de dónde sacarán la plata si dicen que el municipio está quebrado", se pregunta este vecino.

La respuesta la dio la propia alcaldesa Evelyn Matthei, durante el lanzamiento del concurso público para el diseño arquitectónico del nuevo edificio de 11 mil metros cuadrados, el que se levantará en el terreno que colinda con el palacio Falabella, hacia el poniente.

La nueva construcción, más funcional, reunirá en un solo lugar a las 26 dependencias municipales, algunas propias y otras arrendadas, las que suman 13 mil metros cuadrados, hoy distribuidos en distintos puntos de la comuna.

Esta dispersión física también multiplica los gastos en servicios básicos (electricidad, agua potable, gas y calefacción), vigilancia, aseo y mantención. El ahorro al concentrar todo en un solo edificio, servirá para financiar parte de los $15 mil millones que costaría su construcción, mediante sistema de leasing a 12 o 15 años plazo.

"Estimamos un ahorro en arriendos, servicios básicos, generales y de mantención de $ 11.500 millones en 15 años. Adicionalmente hay propiedades cuya venta se puede contemplar y cuyo valor asciende a $ 3.400 millones. Si hacemos todo eso, prácticamente el edificio se paga solo", explicó la alcaldesa Evelyn Matthei.

"Hay diversas formas de financiarlo, lo más importante es que con este nuevo espacio no restaremos ningún peso a los servicios y a la inversión para la comunidad", precisó la edil.

Sobre la estética que tendrá el proyecto, dependerá de la creatividad que los arquitectos convocados, a través del concurso público que se lanzó hoy, y cuyos resultados se conocerán en noviembre próximo. La bases se elaboraron en conjunto con el Colegio de Arquitectos y con la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), y se espera que esté construido el segundo trimestre del 2020, después de 20 meses de obra.

"Será un edificio más bien bajo y amable, no superior a los plátanos orientales de Av. Pedro de Valdivia y que va a liberar espacio público para los vecinos que viven en departamentos. El arquitecto que gane será el que sepa integrar mejor la modernidad con un espacio centenario como el palacio", explicó Yves Besançon , de la AOA y director del concurso público.

La obra se construirá dentro de la zona típica contemplada en el cuadrante de Marchant Pereira, Carlos Larraín, Pedro de Valdivia y Eliodoro Yáñez, espacio que acoge al palacio Falabella, monumento nacional desde 1998, además de áreas verdes, y otros edificios menores. El proyecto final no tocará árboles ni tampoco los estacionamientos ya construidos, pero sí incluye demoler las construcciones adyacentes que no son monumento. "Todo edificio público o que tenga al menos un peso del Estado debiera ser siempre llamado por concurso público y así valorizar la ciudades con buena arquitectura", dijo Besançon.

Protección patrimonial

Dado el valor patrimonial del lugar, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) tendrá que aprobar el proyecto definitivo antes de que empiece la construcción. "Ser zona típica no significa que no se pueda construir. Se puede, pero tiene que hacerse en armonía con los valores y la belleza que se quiere preservar, en este caso, el palacio. Es muy importante que quienes participen tengan claridad de las normas que rigen a los lugares protegidos", explicó Angel Cabeza, director de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam).