Provincia de Córdoba sufre ola de saqueos durante protesta policial
Durante la noche los incidentes han aumentado y se han registrado enfrentamientos entre efectivos de seguridad que no se acuartelaron y bandas de delincuentes.
Numerosos supermercados y comercios fueron saqueados en la capital de la provincia argentina de Córdoba y sus alrededores en medio de una protesta y el autoacuartelamiento de la policía del distrito en reclamo de mejoras salariales, informaron medios locales.
Ante la ausencia de efectivos de seguridad, los saqueos comenzaron por la tarde en algunos supermercados y se multiplicaron en la noche a todo tipo de comercios en las principales avenidas de Córdoba, la segunda ciudad más importante de Argentina.
Las estaciones de servicio cerraron para evitar robos, las líneas de buses dejaron de circular y la Cámara de Supermercados anunció que este miércoles los locales no abrirán las puertas si no se garantiza su seguridad, informó el portal del diario cordobés "La Voz del Interior".
Tampoco abrirían este miércoles los bancos y las autoridades decidieron en tanto suspender las clases y declararon asueto administrativo.
El jefe de Gabinete de la provincia de Córdoba, Oscar González, informó que se pidió ayuda al gobierno nacional para que envíe la Gendarmería (policía de frontera) para frenar la ola de saqueos. "No hemos tenido eco de la nación hasta el momento", lamentó el funcionario en declaraciones esta madrugada al canal Telenoche Doce.
El gobernador de Córdoba, el peronista disidente Juan Manuel de la Sota, se encontraba de viaje en Panamá, con destino a Colombia, pero anticipó su regreso para resolver la crisis.
Fueron saqueados supermercados, comercios de indumentaria, de artículos deportivos, jugueterías, negocios de venta de motos, sucursales de empresas de telefonía celular y todo tipo de locales a lo largo de la ciudad. Un depósito de Cáritas, en el que se guardaba alimentos para unas 900 personas, fue vaciado.
Habitantes de Córdoba denunciaron a través de las redes sociales que en la noche escucharon disparos en las calles y hubo enfrentamientos entre algunos efectivos de seguridad y el grupo de elite de la policía que no adhirieron a la protesta y las bandas de delincuentes que ingresaban a robar comercios.
Se esperaba en tanto que el gobierno nacional enviara en la madrugada efectivos de la Gendarmería (policía de frontera) para patrullar la ciudad, de más de 1,3 millones de habitantes.
Autoridades de la provincia mantuvieron en tanto negociaciones con los representantes de los policías acuartelados, que se estima ascienden a 6.000 efectivos en todo el distrito, y ofrecieron un aumento del 52 por ciento de los adicionales que cobran junto con el salario, pero la propuesta fue rechazada.
Los jefes policiales se reunieron de urgencia cerca de la medianoche con los efectivos autoacuartelados para buscar una solución al conflicto, pero las negociaciones volvieron a fracasar.
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