Antes del megaincendio que destruyó Santa Olga, a fines de enero pasado, la localidad contaba con un alcantarillado que funcionaba parcialmente. Lo mismo ocurría con el sistema de agua potable, que entregaba no más de 3,5 litros por segundo para abastecer a unas pocas familias, por lo que debía ser reforzado con camiones aljibe para poder abastecer a los casi cinco mil habitantes del sector.
Esto cambiará dentro de un año, pues, según anunció el coordinador nacional para la Reconstrucció, Sergio Galilea, "estamos trabajando para que en un año completemos el alcantarillado y tengamos un sistema de agua potable de 21,5 litros por segundo, que seguramente será el más moderno del agua potable rural".
Galilea explicó que "esto significará construir 12,5 kilómetros de tubería desde el río Maule para poder llevar agua hasta Santa Olga".
A este proyecto, que forma parte del plan maestro de reconstrucción de Santa Olga, Los Aromos y Altos de Morán, se sumarán obras de pavimentación, diseño y construcción de una plaza, un liceo, un Cesfam y zonas de áreas verdes que funcionarán como cinturón de protección contra incendios forestales. "Lo ideal es que en el plazo de un año los servicios estén finiquitados o muy avanzados, pero lo importante es ir haciendo las cosas bien", puntualizó Galilea.
El anuncio se hizo luego de que la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, participara en el tizado de la primera casa definitiva que se construirá en sitio propio, ceremonia con la que se dio por iniciada la reconstrucción de Santa Olga. En la ocasión, la secretaria de Estado destacó que "este proceso de reconstrucción de Santa Olga, Los Aromos y Altos de Morán va a marcar un hito, porque se ha hecho un trabajo colaborativo para reconstruir con un estándar mucho mayor del que teníamos".
El alcalde de Constitución, Carlos Valenzuela, planteó sus aprehensiones respecto de los plazos. "No quiero ser pesimista, pero aún no sabemos qué terreno se va a comprar para las familias que no tienen sitio propio", afirmó.