La Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Antofagasta calificó favorablemente el Proyecto Desarrollo Minera Centinela (DMC) en la sesión realizada esta tarde, informó la compañía perteneciente a Antofagasta Minerals.

"Esta aprobación ambiental implica el cumplimiento de un hito fundamental para el crecimiento y la proyección de la compañía, ya que habilita una inversión de largo plazo que nos permitirá convertirnos en una de las mayores operaciones mineras del país, con altos estándares de productividad, eficiencia y minería sustentable", señaló André Sougarret, gerente general de Minera Centinela.

La iniciativa, que se ubica en la comuna de Sierra Gorda, ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el 29 de mayo de 2015 y busca extender la vida útil de la mina hasta el año 2056 y contempla aumentar su capacidad de procesamiento de mineral para alcanzar una producción superior a las 400 mil toneladas de cobre fino por año en la próxima década, duplicando así su producción de cobre.

Al integrarse a una operación ya existente en el mismo territorio, el proyecto DMC aprovechará instalaciones e infraestructuras ya habilitadas, con lo que minimiza sus potenciales impactos negativos sobre el entorno, aseveró la compañía.

"Este es un proyecto clave en la estrategia de crecimiento de Antofagasta Minerals y refleja nuestro interés de seguir invirtiendo en esta región y en Chile. Queremos contribuir a potenciar el desarrollo de nuestra industria con una mirada de futuro, incorporando nuevas practicas en sustentabilidad, en nuestras relaciones con las comunidades y en las operaciones", dijo Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta plc, el holding minero del grupo Luksic.

PROYECTO

El proyecto DMC sumará a la operación actual dos nuevos rajos: Esperanza Sur y Encuentro

Sulfuros, una nueva planta concentradora y un depósito de relaves espesados adicional, además

de ajustes a las actuales instalaciones en el sector muelle y para el transporte de agua de mar,

entre otras obras.

Su construcción está planificada en dos fases. La primera corresponde al desarrollo del rajo Esperanza Sur y la construcción de una nueva planta concentradora, con una inversión estimada de US$2.700 millones.

Una segunda etapa considera una inversión aproximada de US$1.650 millones para el desarrollo del rajo Encuentro Sulfuros y una ampliación de la concentradora.

En su primera fase de desarrollo, el proyecto generará hasta 9 mil puestos de trabajo durante el

proceso de construcción. Asimismo, una vez terminadas las dos etapas del proyecto, la operación requerirá de una dotación adicional de 2.900 personas, entre empleados propios y contratistas, privilegiando la contratación de trabajadores de las localidades cercanas al proyecto y de la región, aseveró la compañía.

"Con la aprobación ambiental, en los próximos meses seguiremos completando los estudios de

ingeniería. Esperamos poder someter a consideración del directorio de Antofagasta plc este

proyecto de inversión une vez terminados estos estudios, durante el año 2018. La autorización

final para llevar adelante el proyecto dependerá de la inversión requerida, de su evaluación

económica y de la posibilidad de asegurar el financiamiento para su construcción, todos aspectos en los que se está trabajando actualmente", informó Arriagada.