Proyecto de TV digital permite a canales abiertos cobrar y crece disputa de operadores
Tras dos años, este miércoles se votará en la Cámara Baja el proyecto de TV digital. Pero los cambios que impulsa el gobierno han abierto una fuerte controversia entre los canales abiertos, por una parte, y los operadores de cable y satelitales, por otra.

Todo indica que la normativa que regirá la industria de la TV digital en Chile seguirá generando debate y polémica. Al alero de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, el gobierno, el oficialismo y la Concertación acordaron en el verano una serie de cambios al proyecto de ley que se tramita hace dos años en el Congreso y que busca regular este negocio. Este miércoles, la Cámara Baja deberá votar la iniciativa y si la aprueba pasará al Senado, donde la expectativa del Ejecutivo es que enfrente un trámite más expedito. Sin embargo, pese a que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) espera que el texto sea ley este semestre, los detractores de las disposiciones que allí se incluyen -cableoperadores, algunos expertos técnicos y representantes de los consumidores- estiman que en la Cámara Alta el proyecto se podría reformular.
Son dos las medidas que más disputa generan. La primera es la autorización para que los concesionarios de la nueva TV digital -que no implica pago alguno al Estado, dueño del espectro de radiodifusión- puedan cobrar por algunas de las señales que emitan. La segunda dispone que las empresas de TV de pago (operadores de cable o satelitales) deberán retribuir a los canales locales abiertos por llevarlos en su parrilla de programación.
A nivel político, en la Concertación, si bien concurrieron al acuerdo con el gobierno, que se plasmaría esta semana en la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados, también aspiran a poder "mejorarlo" en su próximo trámite. "Creo que hay que subir el umbral del 50% de señales de acceso gratuito y ahondar en más exigencias. Espero que el Senado lo vea con más fuerza", señala el diputado Jorge Burgos (DC), quien fue uno de los negociadores del proyecto en la Cámara Baja.
1 TRANSICON ORDENADA
El proyecto fija dos plazos para pasar de la TV analógica a digital. Cuando la ley entre en vigencia, los canales tendrán tres años para lograr una cobertura digital del 85% de la población de su zona de servicio y cinco años para llegar al 100%. Sin embargo, los operadores con una o más concesiones digitales, en casos justificados, podrán pedir ampliar el plazo de cinco años en una o más regiones.
Para el paso de TV análoga a digital se requiere que la Subtel emita el nuevo plan de radiodifusión televisiva, lo que anunció para el primer trimestre del año, pero no ocurrió. El plan permitirá a los canales conocer el número de frecuencias que se les asignará en cada zona y sus detalles técnicos.
El director del proyecto de TV digital de Anatel (Asociación Nacional de TV), Juan Agustín Vargas, reitera que con la ley y el plan de radiodifusión la industria puede cubrir con el nuevo formato el 90% del país en tres años y que se necesita una red de cobertura nacional con 250 estaciones. Las primeras 50 para el 90% y las otras 200 para las zonas más complejas, para llegar al 10% faltante.
Como ha dicho otras veces, todo eso supone una inversión de US$50 millones a US$60 millones. En noviembre de 2010, los canales de TV abierta anunciaron su decisión de asumir en conjunto ese gasto.
2 CONCESIONES POR 20 AÑOS
Las concesiones de radiodifusión televisiva las entrega el Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Existen concesiones indefinidas (previas a 1989) dadas al Estado y universidades, pero Megavisión también posee una. Las otras son definidas y duran 25 años.
El proyecto cambia el régimen de concesiones y establece que todas (indefinidas o no) durarán 20 años cuando la operación del negocio se realice con medios propios y cinco años cuando sea con medios de terceros. Para acceder a una concesión deberán pedir al CNTV que llame a concurso público para una determinada localidad y para dar frecuencias específicas. Las bases se publicarán en el Diario Oficial.
Los titulares de las actuales concesiones definidas e indefinidas tendrán un derecho preferente de renovación en el concurso público, siempre que igualen la mejor propuesta técnica que garantice una óptima transmisión. Pero si aún así, los titulares de permisos indefinidos no pudiesen renovarlos, el Estado se compromete a generar el espacio y los medios para que puedan seguir con su negocio.
Las concesiones se darán sólo a personas jurídicas, cuya vigencia deberá ser la misma del permiso.
3 TELEVISION DE PAGO
El proyecto señala que cada concesión asignará al medio que la gane un bloque de frecuencia de seis megahertz (MHz). En TV analógica ese bloque equivale a una señal, pero en digital, de seis a ocho señales para un mismo canal. Por eso, se permitirá que quienes obtengan concesiones puedan cobrar por algunas de esas señales o arrendar a terceros aquella parte de la frecuencia que no usen.
Esto se deberá señalar en la oferta técnica que se presente al CNTV. Para que un medio pueda hacer TV de pago se establecieron dos requisitos: destinar como mínimo el 50% del bloque concesionado (tres MHz) a una o varias señales abiertas y gratuitas, y que al menos una de ellas sea de alta definición (HD). Sólo así, el restante 50% del espectro podría ser TV de pago.
Pero Juan Agustín Vargas aclara que si bien en el formato digital los seis MHz pueden generar seis a ocho señales estándar, destinar una señal en HD ocupará la mitad del espectro. "Una señal de HD ocupa poco más del 50% de la capacidad total del espectro de frecuencia; es decir, tres de los seis MHz. La otra mitad puede transportar dos o tres señales digitales estándar. Por eso, está totalmente garantizado que la mejor señal digital que recibirán las personas será gratis y no pagada como se ha advertido", afirma.
La otra condición es que si el concesionario no usa el 50% restante, deberá ofrecerlo a un tercero en arriendo. No puede darlo en concesión o venderlo.
Sin embargo, esta prerrogativa de poder cobrar es fuertemente criticada por la industria de cableoperadores. "Como está el proyecto, las empresas de TV abierta segmentarán en dos: actuarán como abiertas gratuitas y como empresas de TV pagada al mismo tiempo, usando espectro público y cobrando a los chilenos por sus mejores contenidos", señalan en ese sector. A su vez, el abogado Raúl Arrieta, consejero del Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías, señaló en una columna reciente que "seguiremos viendo en forma gratuita lo mismo que vemos hoy (...). Ni soñar con tener más señales -propiedad del mismo radiodifusor televisivo- si no es mediante el pago del servicio".
4 LOS CABLEOPERADORES
Otro punto clave del proyecto es que se estableció el concepto de transmisión consentida, según el cual las empresas de TV de pago (cableoperadores u operadores satelitales) deberán retribuir a los canales abiertos por llevarlos en su parrilla. En el CNTV estiman razonable regularlo, como pasa en otras partes (Argentina y EEUU, por ejemplo) y explican que cobra fuerza porque los canales locales son el ancla en la TV de pago, en especial por sus contenidos en noticias, cultura y producción nacional. "La transmisión consentida hace un poco de justicia, porque mientras la industria de TV local genera ingresos de US$450 millones a US$500 millones, en 2010, los canales de pago facturaron una cifra similar sólo en publicidad", dicen en el CNTV.
Vargas precisa que "es un reconocimiento al derecho de propiedad de los canales respecto de sus contenidos", pero aclara que no necesariamente significa que los operadores de TV de pago deban pagar a los canales abiertos. "Ellos deberán pedir, al menos, el consentimiento para incluir los contenidos en sus grillas y puede significar el pago, pero también otros servicios o concesiones. Por ejemplo, que brinden el servicio de transmisión a algún lugar", dice.
En la industria de TV de pago el tema genera molestia, no sólo porque se les impone negociar con los canales abiertos, sino porque eso también desconoce que en muchos casos el incorporarlos en sus parrillas permite justamente a éstos tener una mayor cobertura a nivel nacional y de mejor calidad.
"Estamos preocupados y molestos porque se delimita nuestro negocio de largo plazo. Los canales abiertos no han hecho las inversiones pertinentes para verse en todas partes y con calidad, y por eso la TV de pago los lleva. Si no fuera así, muchas zonas no tendrían acceso a los canales abiertos", afirma Konrad Burchardt, gerente general de TuVes HD.
Advierte que también molesta al sector porque nunca fueron invitados a la Cámara de Diputados para dar su opinión. Por lo mismo, anuncia que las operadoras de TV de pago evalúan agruparse en una asociación para afrontar el tema y asistir a la discusión en el Senado para intentar revertir el punto.
EL FIN DE LA ERA EXPERIMENTAL
Para el gobierno, Chile tiene un retraso considerable en su ingreso a la era digital (ver infografía). Hoy, los canales de TV abierta, agrupados en Anatel, y otros medios, tienen 16 concesiones provisorias para transmisiones digitales experimentales, las que deben emitir lo mismo que la versión análoga. Esto se conoce como señal espejo y supone que los canales no pueden cobrar. Sí es posible que alguna señal esté en formato digital HD (alta definición) y otra no. Hoy, con los permisos provisorios, la TV digital está disponible en Santiago y Valparaíso.
El proyecto de ley fija una duración de un año para las concesiones experimentales y cumplido ese plazo, el concesionario o interesado deberá volver a pedir el permiso. Pero los diputados de la Comisión de Cultura, los DC Jorge Burgos y Víctor Torres, aclaran que promulgada la ley las concesiones provisorias no tendrán sentido, pues empezará la transición definitiva de TV analógica a TV digital.
Los permisos experimentales se entregaron a los canales para hacer las pruebas e inversiones para competir en el negocio digital. Según el MTT, la industria completa demandaría US$ 350 millones en inversiones para eso.
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