A julio de 2016 existían en Chile 805.564 armas inscritas para diferente uso, ya sea deporte, caza o autodefensa, según información de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), cifras que han llevado a los parlamentarios y al gobierno a buscar formas para potenciar la Ley N° 17.798, que regula el uso, tenencia y porte de armamento .
Sin embargo, en esta área existe un grupo de elementos que no son objeto de control por parte de la legislación; se trata de las armas a fogueo, balines, rifles a postones y de aire comprimido, muchas de las cuales son utilizadas en ilícitos. Frente a esta situación, un grupo de parlamentarios presentó el 6 de octubre un proyecto que busca modificar la ley actual en la materia, con el objetivo de regular su compra y uso.
"El control de armas en Chile y en el mundo es una prioridad para luchar contra el crimen organizado, el narcotráfico y la mafia. En ese sentido, esta iniciativa es muy importante y significativa", dijo el presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, Daniel Farcas (PPD), uno de los impulsores del proyecto.
Su par Gonzalo Fuenzalida (RN) recalcó la importancia de regular estos elementos, ya que "son utilizados para cometer delitos y de alguna manera tenemos que tener una normativa que sea súper clara y específica con cualquier arma que parezca de fuego".
La iniciativa parlamentaria busca, además, que se reduzca de cinco a dos los años en los cuales quien posea o tenga un arma deba acreditar que cumple con los requisitos para ello. Además, se propone crear un registro con las huellas dactilares de quienes compren armamentos.
"Muchas veces la gente se olvida que tiene un arma (...). Para nosotros es muy importante que cada arma tenga el registro actualizado y, en ese sentido, todos estos registros van en la línea de que tengamos información muy al día de quién, cuándo y cómo ha registrado un tipo de armamento y municiones", explicó Farcas.
Otra de las propuestas que plantearon los diputados es crear un ADN balístico, que permita conocer desde qué arma fue disparada una munición.
"Queremos robustecer lo que se refiere al tema de la creación de un ADN balístico, para que exista una suerte de trazabilidad entre una bala percutada y un arma disparada", señaló Gabriel Silber (DC), quien también respaldó la iniciativa.
La idea fue reforzada por Fuenzalida: "Se necesita tener un banco único y una trazabilidad de la bala; con eso se puede determinar, tras una pericia, con qué arma fue disparada esa bala y dónde se compró el arma. O sea, se puede hacer el historial completo".
Farcas añadió que han conversado con el Ejecutivo para que apoye estas iniciativas y prosperen en el Parlamento.
Reparos técnicos
La Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) es el organismo encargado en el país del resguardo y vigilancia de armas, explosivos, pirotecnia y elementos químicos controlados, entre otros. Frente al proyecto de los parlamentarios, desde la DGMN señalaron que lo valoran, pero que tienen algunos reparos.
"En el caso de un arma de fogueo, si no tiene una parte donde puedas acuñar un número, un sello o algo, es difícil poder identificarla, eventualmente", indicó la mayor Macarena González, jefa del Departamento Jurídico de la repartición.
González planteó que para que el proyecto prospere se tendría que resolver una serie de aspectos técnicos, los cuales no son explicados en la propuesta. "Habría que definir el concepto legal bajo el cual se van a controlar. Si tendrán algún tipo de control igual al de un arma de fuego o se usará otro tipo de fiscalización, como la de los bastones de electroshock", sostuvo.
La profesional añadió que la idea del banco de huellas le parece innovadora, pero que "hay que ver en la práctica cómo, eventualmente, se compatibiliza con la ley que crea el Sistema Nacional de Registro de ADN y, además, habría que concordarlo con la Ley 19.628, que se refiera a la protección de la vida privada".