La primera pulsera para controlar a los maltratadores y proteger a las víctimas de violencia fue conectada "sin problemas" en la ciudad de Valencia, España, según informaron fuentes del Ministerio de Igualdad.

El sistema consiste en unas unidades electrónicas similares a un teléfono móvil que portan tanto la víctima como el agresor, cuyos movimientos están controlados por medio de una pulsera-transmisor que envía señales a la central de control y a la víctima.

La unidad electrónica que porta la mujer informa de su situación a un centro de control, permite la comunicación de voz y pulsar un botón de pánico y, además, le avisa si el agresor se aproxima a menos de 500 metros.

Los avisos que genera el sistema son recibidos en un centro de control, gestionado por una empresa de seguridad privada, que comunicará inmediatamente de cualquier incidencia al cuerpo policial encargado del seguimiento de la víctima.

La segunda unidad de estos dispositivos de control se conectará en Badajoz, dado que el juez que supervisa el caso ha concedido su utilización, añadieron las fuentes que han declinado dar más detalles de estos casos. 

El pasado 24 de julio se pusieron 3.000 dispositivos a disposición de los juzgados.