El presidente del PS y diputado, Osvaldo Andrade, criticó hoy las aseveraciones del Presidente Sebastián Piñera, quien dijo que recibió a un país "en decadencia" al asumir la Presidencia de Chile.
"A mí me preocupan mucho las declaraciones del Presidente, de pronto trato de tomarlas en serio y generar una argumentación en esa dirección, sin embargo estos últimos días el Presidente ha estado en una mala semana en materia de chistes: proclamó al ministro de Defensa como candidato presidencial, ahora dice que el país ha estado en decadencia lo que ha sido desmentido, incluso el propio Secretario General del la OEA ha dado una opinión al respecto y además nos dio este chiste de Nicanor Parra", dijo Andrade.
Según expresó el presidente del PS, "los que hemos tenido la suerte de andar por el mundo por distintas razones nos damos cuenta de la valorización que se hace de Chile, de lo que ha sido su proceso, su transición, su estabilidad, el manejo macroeconómico, cómo alguien puede decir una cosa así, salvo que siga contando chistes".
A estas críticas se sumó también el senador Camilo Escalona (PS), quien planteó que "el país no se divide en decadentes o no decadentes. Por el contrario, el esfuerzo de 20 años para recuperar al país, poder unirlo, reencontrarlo, reconciliarlo, luego de la dura época de la dictadura merece ser reconocido por todos. No corresponde ofender a los chilenos y chilenas tratando a Chile como un país decadente".
"Estoy convencido que la tarea de gobernar es unir al país y no dividirlo. En consecuencia, considero entera y profundamente desafortunada la aseveración del Presidente de la República, en el sentido que el país caminaría hacia la decadencia, luego de 20 años de reconstrucción democrática", aseveró.
Escalona, además, precisó que "yo habría esperado esas aseveraciones de un ultra-derechista cualquiera, pero no la hubiera esperado de quien hoy ostenta la primera magistratura".
Por lo anterior, detalló que, "en ese sentido, creo que ha sido un grave yerro del jefe de Estado. No puede un país confiar en quien tiene la conducción del Estado, cuando desde esa propia jefatura se descalifica al país, tratando a un período tan importante como ha sido la recuperación de la democracia, como un período de decadencia".