A primera hora de hoy, los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría llegarán hasta el Palacio de La Moneda para el tradicional comité político. En medio de la rutina clásica del oficialismo, el presidente del PS, Osvaldo Andrade, buscará abrochar dos misiones hoy: pactar con sus pares de la DC, Ignacio Walker, y del PC, Guillermo Teillier, respectivamente, encuentros bilaterales con la mesa directiva de su partido.

Dichos encuentros se producen justo cuando se ha activado un fuerte debate entre los dirigentes oficialistas respecto de la forma como se ha conducido el trabajo político del bloque y la coordinación con el gobierno.

Proceso que ha estado marcado por la necesidad de empujar las reformas presentadas por La Moneda en un escenario en el que han aparecido serias diferencias entre los partidos, respecto de los alcances de las transformaciones.

Conocida es la distancia que ha marcado la DC sobre algunos aspectos de la reforma tributaria y últimamente, en los cambios al sistema educacional propuestos por el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. Por momentos, el bloque se ha visto tensionado y tanto las dirigencias como el propio gobierno han pasado malos ratos.

Para subsanar dichos ripios y conscientes de que tras el cumplimiento de los primeros cien días de gobierno, en la coalición existe el análisis de que se debe pasar a una nueva etapa de coordinación política, que requiere de ajustes mayores.

De hecho, ayer, el jefe del PS volvió a exponer públicamente su reflexión respecto de un "déficit" en la coordinación política del bloque.

"Efectivamente, estamos haciendo un debate, una conversación entre nosotros para mejorar el funcionamiento de la Nueva Mayoría. Tenemos la impresión de que existe un déficit de funcionamiento de los partidos y de los presidentes de los partidos en esta perspectiva y queremos mejorar. La interlocución con el gobierno requiere de parte nuestra una coordinación mayor", dijo ayer Andrade.

A los encuentros bilaterales organizados por Andrade, se suma la propuesta que anda dando vueltas en el bloque, de fijar una cita todos los lunes a primera hora, previo a la reunión con los ministros políticos de La Moneda, así como de designar un coordinador fijo durante seis meses.

El fortalecimiento del rol de los partidos frente al gobierno asoma como el principal objetivo de la ofensiva de Andrade. Pero hay otra clave: la necesidad de evitar los desencuentros públicos entre las colectividades que en los primeros meses del segundo gobierno de Michelle Bachelet han desviado la atención pública y se han repetido a propósito del tránsito de las reformas comprometidas.

ACERCAMIENTOS CON EL PRO Y REVOLUCION DEMOCRATICA

Al fortalecimiento del andamiaje del oficialismo, el presidente del PS se ha volcado a la tarea de buscar acercamientos con partidos y movimientos que hoy no pertenecen de manera formal a la Nueva Mayoría. A los contactos ya conocidos con el PRO, además del propio Marco Enríquez-Ominami, se suma una inédita invitación que recibió hace unos días.

Según cercanos al diputado PS, durante la ceremonia de aniversario de los 102 años del Partido Comunista en el Congreso en Santiago, un grupo de dirigentes del movimiento Revolución Democrática, que lidera el diputado Giorgio Jackson, se le acercaron por primera vez para pedirle un encuentro formal con la directiva socialista. Aunque no lo pactaron de inmediato, Pablo Paredes, presidente del colectivo, intercambió contactos con el jefe del socialismo.