"Estamos llegando a un punto de falta de gobernabilidad, por lo que es necesario que haya un acuerdo para dar la estabilidad mínima necesaria para llegar a las elecciones", previstas para octubre de 2018, declaró el presidente del oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Tasso Jereissati, poniendo así en duda la continuidad del Presidente Michel Temer y atizando el escándalo de corrupción que cerca al mandatario.
La advertencia del líder del PSDB, una de las principales fuerzas de la coalición de gobierno, llegó justo en momentos en que una denuncia por corrupción pasiva formulada contra Temer se tramita en una comisión de la Cámara de Diputados, que a partir de la próxima semana debatirá el caso para luego remitirlo al pleno del órgano legislativo.
Si la denuncia, presentada por la Fiscalía, fuera acogida por al menos dos tercios de los 513 diputados, la Corte Suprema quedaría autorizada para iniciar un juicio penal contra Temer, que en ese caso sería suspendido durante los 180 días que duraría el proceso.
De concretarse, la vacante sería cubierta por el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, pero si hubiera una sentencia condenatoria, Temer sería destituido y el Parlamento escogería, en forma indirecta, a quien completaría el actual período presidencial, que vence el 1 de enero de 2019.
Si bien Temer confía en el PSDB para impedir su eventual suspensión del cargo, Jereissati puso en duda la fidelidad de su partido y admitió que varios diputados de esa formación pueden decantarse por acoger la denuncia contra Temer, lo cual dejaría al mandatario al borde del abismo.
Incluso, consideró que Maia, quien debería sustituirlo en caso de llegar a un juicio penal, "tiene condiciones de juntar a los partidos políticos y lograr los niveles mínimos de estabilidad que el país precisa".
Sin embargo, Maia dijo que una articulación para suceder a Temer era "pura especulación". "Aprendí en casa a ser leal ", agregó.