La psicóloga mexicana Luz García López, investigó los patrones de comportamiento de los secuestradores y sus resultados indican que estos criminales son "psicópatas" incurables que disfrutan de la impunidad y el poder de someter, humillar y asesinar a sus víctimas sin remordimiento. Por lo que no podrían readaptarse nunca.
Este estudio duró más de cinco años e incluyó 178 entrevistas a delincuentes de alta peligrosidad, entre ellos secuestradores, homicidas, violadores, traficantes de drogas, pederastas, abusadores de menores y ladrones, que cumplen sentencias en las cárceles de México, uno de los países con mayores índices de secuestros del mundo.
Una abrumadora mayoría accedió a expresar sus opiniones de manera abierta, debido a que todos cumplen ya una sentencia y sus delitos han sido demostrados, además de que, según García, la vida en la prisión para ellos es "muy aburrida" y sus niveles intelectuales son bajos.
PERFIL DEL SECUESTRADOR
Con estas entrevistas, la profesional logró elaborar perfiles de varios tipos de criminales, entre ellos el de los secuestradores, quienes "tienden a disfrutar su actividad, el acecho a la víctima y el análisis de su capacidad económica para pagar el rescate, o del estudio de sus costumbres".
García indicó que el secuestrador siente una gran satisfacción al doblegar a los familiares de una víctima mediante actos de crueldad.
Añadió que, aunque el secuestrador tenga cómplices, siempre cuenta sus fechorías en primera persona, con una visión egocéntrica, con jactancia de su habilidad.
FORMACIÓN ÉTICA
La especialista indicó que los secuestradores son personas de cualquier clase social que no tuvieron una formación ética sobre las obligaciones, por lo que desarrollaron una actitud perversa que siempre busca romper las reglas de convivencia social.
"Aunque vivan bien, aunque tengan riqueza, no hay dinero que satisfaga al perverso, su deleite es el quebrantamiento de las normas, eso los hace sentir vivos, no lo hacen por dinero sino por placer", aseguró la psicóloga.
La psicóloga aclaró que las personas con personalidad perversa o psicópata abundan en la sociedad, pero solo los más ignorantes y tontos llegan a la cárcel, pues los más brillantes y cultos se relacionan bien políticamente, y ocupan cargos y puestos desde donde quebrantan las normas.
En México, este delito se ha convertido en una de las actividades criminales más lucrativas junto con el narcotráfico y, según datos de las autoridades, entre 2002 y 2007 fueron secuestradas 3.628 personas en el país.