El gobernante Partido de los Trabjadores (PT) de Brasil decidió hoy prohibir las donaciones privadas a sus directorios dos días después de que su extesorero, Joao Vacarri Neto, renunciara al cargo tras ser arrestado por su supuesta implicación en el escándalo de corrupción de Petrobras.

El PT subrayó que la medida es coherente con los principios defendidos por la formación, que desde hace algún tiempo defiende una reforma política que determine el fin de la financiación de campañas electorales por parte de empresas privadas.

"Al mismo tiempo que luchamos por el fin de la financiación empresarial, decidimos que la Dirección Nacional y los directorios regionales y municipales no reciban más donaciones de empresas privadas", indicó el PT en una resolución política divulgada tras una reunión de su Dirección Nacional en Sao Paulo.

De acuerdo con el presidente del PT, Rui Falcao, la medida, que ya entró en vigor, deberá ser detallada, reglamentada y refrendada por los delegados del partido durante el quinto Congreso Nacional de la formación, que se celebrará en junio en Salvador, capital del estado de Bahía.

Asimismo, el Partido de los Trabajadores informó que iniciará un campaña en diferentes medios, entre ellos Whatsapp, para "revitalizar" la contribución voluntaria e individual de los afiliados y simpatizantes de la formación, cuya contribución podrá ir desde un mínimo de 15 reales (unos 4,5 dólares) hasta un máximo de 1.000 reales (unos 300 dólares).

La decisión de prohibir la financiación privada del PT cobró especial relevancia tras la renuncia de Vaccari, imputado por la Justicia y quien hoy fue sustituido por el líder regional Marcio Macedo, calificado por Falcao como una "persona con reputación".

De acuerdo con el presidente del PT, Macedo, exdiputado por el estado de Sergipe, asume una tarea "espinosa", ya que, tras la imputación de Vaccari, la Tesorería del PT se encuentra en el centro de las investigación del caso Petrobras.

Y es que el ahora ex tesorero del PT es acusado de participar de corruptelas en Petrobras a través de su supuesta mediación para que empresas constructoras que presuntamente pagaban sobornos para ganar contratos con la estatal realizaran donaciones, ya legales, al partido en el gobierno.

Las donaciones, pese a que eran declaradas ante las autoridades electorales y ante el Fisco, supuestamente eran la contrapartida de las contratistas de Petrobras a su favorecimiento en las licitaciones, según la Fiscalía.

De acuerdo con las investigaciones, Vaccari Neto negoció las comisiones que el PT supuestamente recibió por amparar la firma de contratos entre Petrobras y las empresas privadas que formaban parte de la red de corrupción, que se cree que operó durante más de una década y que desvió miles de millones de dólares de recursos públicos.

La formación reiteró su confianza en Vaccari, volvió a negar que las donaciones recibidas hasta el momento hayan sido ilegales, como denunció la Fiscalía, y atribuyó las acusaciones contra el PT a una "ola conservadora en curso".

"Hay una ola conservadora en curso destinada a cercar a la presidenta Dilma (Rousseff). Buscan su destitución porque no admiten la derrota (en las elecciones)", sostuvo Falcao, quien no quiso referirse a personas o partidos concretos. 

Tras 12 años en el gobierno, el Partido de los Trabajadores pasa por uno de sus peores momentos y la popularidad de la presidenta brasileña se encuentra en mínimos históricos a raíz de la corrupción y la delicada situación económica que atraviesa el país.

A este escenario, se suma una crisis política entre el Ejecutivo y el Legislativo, que en los últimos meses ha puesto trabas para la aprobación de proyectos defendidos por Rousseff, entre ellos la aprobación de un importante paquete de medidas de ajuste fiscal con las que el gobierno busca equilibrar las maltrechas cuentas públicas del país y sacar la economía del estancamiento.