Junto a las más de 160 mil personas que ya votaron eligiendo personajes, objetos e imágenes representativos del Chile 2010 que se guardarán en la Cápsula del Bicentenario, diversas e importantes organizaciones e instituciones se están sumando a esta iniciativa cultural de la Municipalidad de Santiago y están proporcionando documentos y testimonios que permanecerán bajo tierra durante los próximos 100 años para ser examinados por las generaciones del Tricentenario de la República.
Es el caso de los pueblos originarios mapuche, aymara y quechua, cuyos representantes –Juana Cheuquepán, Arsenia Apala y Juan Benítez, respectivamente- concurrieron hoy al mediodía a la Terraza Caupolicán del Cerro Santa Lucía, donde oficialmente entregaron al alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, textos en lengua indígena con sus apreciaciones sobre el Chile actual y sus sueños de como lo vislumbran para el Tricentenario, los que se introducirán en la cápsula que será depositada el martes 28 de septiembre en la Plaza de Armas.
En forma simultánea, el Director Nacional de la Conadi, Francisco Painepán, hizo entrega al edil capitalino de un documento descriptivo de la situación de los pueblos originarios de nuestro país en este Bicentenario, el que también será guardado en la Cápsula. Painepán destacó, además, que en los próximos días, líderes de las etnias originarias coya, diaguita, lickan antay, rapa nui y kawaskar enviarán sus mensajes para que sean encapsulados.
El acto formó parte de la participación de los pueblos indígenas en el Bicentenario de Chile, que incluyó diversas actividades conmemorativas en el cerro Santa Lucía, al que denominan "Welen". Entre ellas, destacaron la instalación de Chemamüll (estatuas mapuches talladas en maderas) en la terraza Caupolicán, una muestra gastronómica, de artesanía y presentaciones artísticas.
"Estoy orgulloso de compartir con representantes de los pueblos originarios en este lugar histórico y emblemático para que nos entreguen sus testimonios para la Cápsula del Bicentenario, donde guardaremos de la forma lo más fiel posible el reflejo del Chile del 2010, qué pensamos, quiénes somos, qué nos representa. Este registro estaría incompleto sin la representación de nuestros pueblos originarios ya que somos un país integrado. Esta radiografía de la cultura chilena actual que dejaremos como legado en la Plaza de Armas se convertirá en un registro histórico que será valorado positivamente por las futuras generaciones, los chilenos del 2110", señaló el alcalde Pablo Zalaquett.