A Joseph Blatter, de 79 años, vigente presidente de la FIFA y actualmente en busca su quinto mandato, le gusta presentarse como un "capitán que no abandona el barco cuando el mar está agitadado"; palabras que resuenan hoy más que nunca. ¿Puede seguir el suizo al timón tras el tsunami de este miércoles, que terminó con 14 detenidos de la entidad?
La FIFA está viviendo una de sus crisis más graves. Por un lado, las detenciones de seis dirigentes en la madrugada de este miércoles en sus hoteles de cinco estrellas en Zúrich, como parte de un procedimiento contra la corrupción iniciada por la justicia estadounidense. Por otro, un procedimiento de la fiscalía suiza contra los mismos personajes, más otros ocho, por sospechas "de blanqueo de dinero y gestión desleal" por la atribución de las Copas del Mundo de 2018 (Rusia) y 2022 (Catar), con incautación de documentos en la sede de la FIFA.
Pero pese a todo, Blatter, que lleva 40 años dentro de la FIFA, presidente desde 1998, no asume responsabilidad alguna, insiste en su candidatura y la elección de este viernes no se ha puesto en duda.
"El presidente Blatter está afectado, es el jefe de la FIFA, ¿pero cómo pueden decir que debe retirarse, si las 209 federaciones lo eligen el viernes? Él estará otro cuatro años más", insistió Walter de Gregorio, director de comunicación de la FIFA.
Promesa de limpieza
Durante la última elección presidencial en 2011, la FIFA ya vivió momentos calientes. Mohamed Bin Hammam, el entonces presidente de la Confederación Asiática, retiró su candidatura antes de ser inhabilitado de por vida debido a la compra de votos para su campaña.
Blatter quedó como el único candidato. Sin embargo pidió que hubiera votación y consiguió 186 de un total de 203 votos emitidos (209 votantes). Con 75 años, prometió hacer reformas en el que supuestamente sería su último mandato. A la luz de los hechos, ni lo uno ni lo otro se consiguió.
Esta vez, las circunstancias obligan a ir más lejos para conseguir la prometida limpieza. Una posible línea de actuación fue desvelada por De Gregorio: La FIFA promovió algunas de las acciones en curso. La instancia presentó una denuncia el pasado 18 de noviembre ante el ministerio público suizo debido a "sospechas" sobre "transferencias internacionales que tenían como punto de contacto Suiza", en el contexto de la adjudicación de los Mundiales de 2018 y 2022.
"La FIFA inició este procedimiento el 18 de noviembre de 2014, se le dio la bienvenida a este proceso y se cooperó; y como dijo la justicia, la FIFA es la víctima", detalló De Gregorio, antes de concluir que "el presidente Blatter y la FIFA pueden hacer limpieza hasta un punto, después necesitamos la ayuda de la justicia". Este sería el argumento que podría usar Blatter en su discurso de apertura del Congreso (jueves) y en las votaciones (viernes).
¿Puede ganar Ali?
El único adversario que sigue en la pelea contra Blatter es el príncipe Ali Bin Al-Hussein, uno de sus vicepresidentes. El jordano de 39 años se encaminaba hacia una derrota más que probable, pero se podría aprovechar de estos últimos eventos, puesto que toda su campaña se basó en restaurar la integridad de la FIFA.
En un vídeo electoral, Ali denunció el "desorden" actual de la FIFA, entre los "intereses personales", "las decisiones unilaterales sobre el juego", "liderazgos controvertidos", "la desaparición de la ética" y la "salida de los patrocinadores".
Ali cuenta con el apoyo de dos leyendas del fútbol, el argentino Diego Maradona y sobre todo el del francés Michel Platini, presidente de la UEFA, ambos totalmente anti-Blatter. Sin embargo, el electorado de la FIFA es mayoritariamente conservador, y en esta época de caos, como ya ocurrió en 2002 y en 2011, podrían volver a votar al suizo. Como por ejemplo, la Confederación Africana de Fútbol (CAF), que este miércoles reiteró su apoyo a Blatter. La CAF es la federación con más votos, 54, por delante de los 53 que tiene la UEFA.
El príncipe Ali tiene pocas horas para convencer que él es el verdadero "cambio", como dijo el martes delante de la Concacaf (Confederación de America del Norte, Central y Caribe), la federación más golpeada por las detenciones de esta mañana.