¿Puede un niño ser vegetariano?
Expertos coinciden en que se puede, pero bajo estricta supervisión. Eso sí, la mayoría rechaza que sean veganos, es decir, que eliminen todo alimento de origen animal, como huevos y leche.
"Primero decía que le dolía la guatita. Como a los ocho años, sólo nos recibía pollo o pescado, pero después los eliminó. Ahora tiene 12 años y no come nada que sea animal. A veces, huevo, pero de gallina de campo. Mi otra hija, de 10 años, está empezando con lo mismo", dice Alejandra, madre de las dos niñas.
Cada vez más niños les dicen a sus padres que no quieren comer carne ni derivados de animales. La nutrióloga infantil de la Clínica Las Condes, Ximena Raimann, explica que a algunos niños efectivamente la proteína animal les produce algún malestar digestivo, "pero otros lo hacen porque han visto videos en internet sobre cómo sufren los animales y motivados por eso o por filosofía de vida ya no quieren comer carne". En general, esto ocurre cuando están cerca de los 12 años, iniciando la adolescencia.
La directora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la U. de Chile, Verónica Cornejo, dice que la mayoría de los estudios científicos en adultos vegetarianos demuestran que mantienen un control del peso y bajan el riesgo cardiovascular, pero hay menos literatura científica en niños. "Algunos estudios en niños con una alimentación ovolacto vegetariana mostraron un crecimiento idéntico al de niños que recibían alimentación omnívora. No ocurrió lo mismo con los niños veganos, ya que éstos tenían una talla más baja y eran más delgados". Agrega que se ha detectado una asociación entre los trastornos de la alimentación y la adquisición de una dieta vegetariana, por lo que recomienda que un profesional realice una historia detallada del porqué se cambió de hábitos alimentarios, especialmente en adolescentes.
Samuel Agüero, presidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios, dice que un niño puede ser vegetariano a cualquier edad e incluso, vegano, siempre y cuando tenga una dieta equilibrada y planificada. También aclara que ser vegetariano o vegano es más que comer sólo lechugas. La ingesta de leguminosas es importante, de tres a cuatro veces por semana, y debe haber asesoría de un profesional, porque se puede presentar anemia u otros trastornos asociados a la falta de proteínas, hierro y zinc. También hay que aprender a combinar los alimentos, por ejemplo, los fermentados favorecen la absorción de las proteínas vegetales. "No es darle a estos niños sólo arroz con verduras", dice.
DÉFICIT DE VITAMINAS
Ximena Raimann explica que hasta los 15 años, niños y niñas crecen muy rápido (12 cm al año los hombres y 10 cm las mujeres, en promedio). Si a esa edad se convierten en vegetarianos o veganos se pueden crear deficiencias de vitamina B12, fundamental en esta etapa.
Para Humberto Soriano, director de la Sociedad Chilena de Pediatría, las dietas veganas estrictas (que además de carne excluyen huevos y leche) sin suplementos son peligrosas para los niños. Diferente es un niño que deja de comer carne, pero sí consume huevos y leche: un niño puede ser ovolacto vegetariano a cualquier edad siempre que esté bien asesorado por un pediatra, nutriólogo o nutricionista.
Agüero comparte la preocupación por la vitamina B12 y pone énfasis en que las veganas embarazadas tomen suplementos. "Se ha visto que veganas europeas que no se suplementaron, tuvieron hijos con problemas como hipotonía, crecimiento débil, niños más irritables y con fatiga permanente", indica.
Para los más pequeños, en el mercado existen varias alternativas de leche no animal: leche de soya y otras de origen vegetal, todas enriquecidas. El calcio, dice Agüero, se puede suplir con brócoli, cochayuyo y algunas semillas.
En los niños que son veganos, la ingesta de proteínas de origen vegetal debe ser mayor porque no son de tan alta calidad como las de la leche o los huevos, que tienen entre un 10% y un 15% más de aporte.
En el caso de un niño o adolescente que ha llevado una dieta vegetariana estricta sin supervisión, se recomiendan exámenes de sangre (hemograma y perfil bioquímico), y considerar aportes de vitamina B12, ácido fólico y DHA (lípido omega 3 importante para el crecimiento del cerebro).
Chile no tiene una ley que obligue a los padres a dar cierto tipo de alimentos, pero existen recomendaciones por grupo etario para cubrir todas las necesidades, dice Verónica Cornejo. Entre ellas, el consumo de carne, huevo o leche se relaciona con el aporte de proteínas, las que entregan el material suficiente para un crecimiento óptimo.
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