La puerta de acceso a la cabina de pilotos de un avión siempre puede abrirse desde fuera, incluso cuando no hay nadie en su interior, salvo que desde dentro se bloquee su apertura, explicó hoy el secretario del sindicato español de pilotos Sepla, perito e investigador de accidentes, Alvaro Gammicchia.
La causa más habitual por la que un piloto puede abandonar la cabina es por necesidades fisiológicas, aunque también puede ausentarse para comprobar cuestiones mecánicas, como las alas o el estado de los motores, aseguró.
Según publica "The New York Times", uno de los pilotos del avión que se estrelló el martes en Francia con 150 personas a bordo salió de la cabina y no pudo volver a entrar.
Una fuente militar, no identificada por el diario, que participa en la investigación de la tragedia, dijo que según las grabaciones de audio conocidas uno de los pilotos del avión de Germanwings que había salido de la cabina llamó a la puerta para reingresar pero "nunca hubo una respuesta".
El diario francés "Le Monde" asegura hoy en su versión digital que fue el comandante del avión que dejó fuera al copiloto.
Según Gammicchia, existe un protocolo que contempla que, en todo caso, se pueda acceder a la cabina desde fuera, incluso si las personas que permanecen en el interior no pudieran abrir, por ejemplo, por haber sufrido un desvanecimiento.
Desde el despegue de la aeronave y por cuestiones de seguridad, la cabina debe permanecer siempre cerrada y existe un protocolo reservado que contempla todas las opciones posibles para poder abrirla basada en códigos que sólo conocen los miembros de la tripulación.
Para solicitar un acceso "normal" a la cabina, el tripulante marca un código concreto que en cabina se traduce en un aviso acústico que suena una sola vez.
En este caso y a través de unas cámaras situadas en el exterior de la cabina, los pilotos pueden comprobar que no se trata de nadie ajeno a la tripulación antes de abrir la puerta.
Desde fuera, la tripulación también se puede comunicar con el interior de la cabina a través de un "microteléfono" para avisar, a través de claves que sólo ellos conocen, si están solicitando entrar bajo coacciones.
En caso de emergencia, en el panel de acceso a la cabina se tecleará un código diferente que no dejará de sonar y que, transcurrido un tiempo, hará que la puerta se abra automáticamente, salvo que desde dentro se impida, afirmó Gammicchia.
El investigador lamentó la información publicada por "The New York Times" y apuntó que las filtraciones de este tipo sólo sirven para generar dudas y especulaciones.
"Los protocolos establecidos garantizan que todas las circunstancias están garantizadas, incluyo en el caso de que la cabina esté vacía porque hayan tenido que salir los dos pilotos", afirmó el experto.