El pescador artesanal Carlos Añez llegó a la actual caleta de Arica en 1980. "Uno parte barriendo o limpiando, primero, y luego se compra un bote para trabajar en el mar", señala. Su lugar de trabajo es una superficie de una hectárea que alberga a siete organizaciones con más de 555 socios, en el centro de la ciudad. Pero podría cambiar su ubicación: ésta podría ser en caleta Quiane, a 3 km al sur de la ciudad, y su dimensión podría alcanzar una superficie de 88 mil metros cuadrados, ocho veces más grande que la actual instalación.
Esto, porque el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a través del Departamento de Obras Portuarias, estudia tres posibilidades para relocalizar la caleta pesquera de Arica. La posibilidad de concretar un nuevo recinto pesquero se enmarca dentro de las medidas de mitigación que el ministro de Economía, Félix de Vicente, propuso a los pescadores en la reunión del 29 de enero, luego del fallo de La Haya.
"Se han identificado tres lugares, de los cuales el más favorable es el de caleta Quiane", señala el seremi de Obras Públicas de Arica y Parinacota, Guillermo Bereta. Esta alternativa contempla una inversión que, de manera preliminar, superaría los $ 23 mil millones (ver gráfica).
El intendente de Arica, José Miguel Durana, señala que esta alternativa "representa una de las mejores instancias por la posibilidad de crecimiento a futuro".
Los otros dos lugares identificados como posibles ubicaciones, según el estudio de prefactibilidad que se realizó durante los años 2009 y 2011, son el sector de la caleta El Soldado, entre el río San José y al norte del actual recinto pesquero, y el sector de la ex isla El Alacrán (ver mapa).
La empresa consultora GSI comenzó en julio de 2013 el estudio de factibilidad para determinar qué alternativa se realizará y su gasto total. Este estudio, que alcanza un valor de $ 146 millones, "tiene un avance del 40%", señala Ignacio Guerrero, jefe de la Unidad de Regiones de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), "por lo que debería entregarse a más tardar en septiembre, para pasar a la etapa de ejecución".
Pese a esto, hay dificultades que ya se vislumbran en las otras dos ubicaciones. En la caleta El Soldado, la alternativa de 90 mil metros cuadrados y una inversión preliminar de $ 9.600 millones, las complicaciones son legales, porque se encuentra en el cruce de los ferrocarriles Arica- Tacna y Arica-La Paz, y ambientales, por la presencia de una colonia de tortugas verdes. Además, el arrastre de sedimentos del río en temporadas del invierno boliviano complican esta instalación. "Las obras de contención que habría que hacer ahí tienen un altísimo costo. El acceso además es complicado, por lo que habría que desarrollar obras viales", señala Bereta.
Respecto de la ex isla El Alacrán, las complicaciones serían en torno al valor patrimonial de este lugar. "La isla está declarada monumento histórico y la caleta estaría en el borde oriente. La marejada entra de frente y no es muy favorable", indica el seremi.
REACCIONES
Si bien el gremio de los pescadores coincide en que las mejoras son necesarias, la propuesta despierta diversas opiniones, principalmente por su ubicación. El presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros de Naves Menores de Arica (Asoarpes), Manuel Gajardo, señala que la ubicación del proyecto en caleta Quiane obedece a que "lamentablemente no hay más lugares" de emplazamientos y que, finalmente, "sea dónde sea, lo que espero es que se realice el proyecto. Lo que menos nos acomoda es seguir donde estamos", señala.
Para el presidente de los pescadores artesanales, Sergio Guerrero, la ubicación ideal "sería en la ex isla El Alacrán", ya que en caleta Quiane, sostiene, los afectaría la distancia ya que "no hay locomoción que llegue hasta allá". "Lo que queremos es que se cumplan ciertas condiciones, como el sistema vial y un centro de distribución de productos del mar para poder comerciar nuestros productos", señala.