En medio de una jornada de gran expectación, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, descartó convocar a elecciones anticipadas. 

Como explicó en su declaración a los medios, Puigdemont indicó que no existen las garantías necesarias para poder establecer un debido proceso, dejando en manos del Parlamento autonómico la potestad de hacer una declaración unilateral de independencia.

Las especulaciones que se habían hecho presente indicaban que el presidente planeaba convocar a elecciones para el próximo 20 de diciembre, con la intención de frenar, por parte del gobierno central, la aplicación del decreto 155.

Aun cuando quiso dejar en claro que en Cataluña siguen dispuestos a dialogar con las autoridades del gobierno de Rajoy, Puigdemont insistió en su rechazo a la aplicación de las medidas contenidas en el mencionado artículo. "Es una aplicación fuera de la ley e injusta", dijo, agregando que pone el riesgo la soberanía en la región.

Durante la jornada y ante la incertidumbre reinante, miles de estudiantes se concentraron en Barcelona en rechazo a una eventual intervención de la autonomía regional.

"No pueden encarcelar a todo un pueblo. No a la represión franquista", se leía en los carteles que portaban los asistentes.

Es así como el movimiento de Universidades por la República y el sindicato de estudiantes llamaron para este jueves a una jornada de huelga en las casas de estudio de las cuatro principales ciudades catalanas, Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona.