A Colo Colo le costó demasiado. Sólo ganó un punto en el Monumental y fácilmente se pudo ir con las manos vacías. Porque Huachipato se el paró con inteligencia, con claridad, y estuvo cerca de la victoria más de una vez. Al final, el cero a cero dejó a los dos equipos tristes y con un toque de alerta para el conjunto de Pablo Guede, el líder del Clausura, que desde ayer tiene claro que la obtención de una nueva estrella no será tan sencillo.
No demoró la visita en demostrar que los 10 puntos de diferencia con Colo Colo eran una simple estadística. A la hora de jugar, el cuadro de la usina se paraba de igual a igual con el puntero. Con más precaución que en otras jornadas, pero con presión en el mediocampo que no permitía el acomodo de los dueños de casa.
Los puristas, los que se encandilan sólo con amagues y figuritas, reclamaban por la ausencia de Yeferson Soteldo, relegado al banco en Huachipato. El correr de los minutos le fue dando la razón a Miguel Ponce, porque con una zona media más fuerte que prodigiosa, los sureños impusieron sus términos en la cancha.
A los dos minutos, Sagal ya exigía a Garcés. Y mostraba las complicaciones que tendría Colo Colo por la izquierda de su defensa, la zona de movimiento de Gonzalo Fierro. No siempre era culpa del 11 del Cacique, pero durante el primer tiempo Huachipato en más de una ocasión sacó ventaja por ese sector, con amplios espacios para la potencia de su principal estrella. Un centro del zurdo, de hecho, terminó en un despilfarro increíble del muy limitado Carlos González, el centrodelantero paraguayo que derrocha fuerza y entrega, pero que sufre mucho por su falta de manejo con la pelota.
Colo Colo, y esto sí que le duele al equipo de Guede, no era el protagonista del juego. Más bien, era un protagonista mentiroso. Porque tenía más tiempo la pelota, porque rondaba más tiempo el área rival, sin que eso se tradujera en opciones reales de peligro.
Hasta Paredes estaba apagado. Poco asistido, además. Ramón Fernández, el mismo que a mitad de semana reconocía su interés por un llamado a la Roja, perdía pelotas sin sentido. Y Jaime Valdés, el verdadero émbolo de los albos, sucumbía ante la marca escalonada de Povea y Sepúlveda o Sepúlveda y Martínez. Guede, obviamente, perdía la paciencia y se movía con nerviosismo al rededor de su banca.
Luis Pedro Figueroa salió lesionado sobre la media hora y Juan Véjar saltó al terreno. En una extraña movida del DT, Fernández se estacionó por la banda derecha, donde gravitó menos. Y Huachipato seguía llegando. Sagal y Valenzuela seguían asustando, y mucho, remates que dejaban sin aire a la hinchada local.
Las cosas no cambiaron mucho en el complemento. Es cierto que el dominio de Colo Colo se acentuó, pero sin claridad de otras jornadas. Mejoró el puntero con la salida de Fernández y el ingreso de Marcos Bolados, un especialista por la banda. El nortino exigió a Lampe y a los 78, Octavio Rivero se comió el 1-0. Soteldo ya estaba en la cancha para Huachipato y le dio algo de frescura a los sureños. De los pies del venezolano llegaron los últimos intentos acereros, repelidos por un sólido Paulo Garcés.
Colo Colo no pudo. Se debió conformar con el empate. Por primera vez pierde puntos en el Monumental y ahora le abre ventana a sus perseguidores. El acotado torneo nacional se prende..