El presidente ruso, Vladimir Putin, cargó hoy contra su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, por relanzar esta madrugada la ofensiva militar en el este de Ucrania tras dar por terminado el alto el fuego con los separatistas prorrusos.
"Hasta ahora, Petro Alexeyevich (Poroshenko) no tenía una relación directa con las órdenes para emprender acciones militares. Ahora ha asumido toda la responsabilidad, no sólo la militar, sino también la política, que es más importante", dijo Putin en una reunión con los embajadores rusos.
El jefe del Kremlin lamentó que los esfuerzos diplomáticos de Rusia, Francia y Alemania no pudieran "convencer (a Poroshenko) de que el camino hacia una paz segura, sólida y duradera no puede pasar por la guerra".
El presidente ucraniano dio por concluido esta madrugada el alto de fuego a pesar de que horas antes, en una conversación telefónica con Putin, la canciller alemana, Angela Merkel, y el mandatario francés, François Hollande, aceptó convocar una nueva ronda de consultas con los rebeldes.
Para Putin, la declaración del alto el fuego por parte del Gobierno central de Ucrania sin la apertura de una negociación con los separatistas fue "insuficiente para resolver la situación a largo plazo".
"Tras la declaración de tregua, las negociaciones como tales ni empezaron. Sólo hubo un ultimátum sobre el desarme" de los milicianos rebeldes, recalcó el jefe del Kremlin.
Por otro lado, el presidente ruso denunció como "chantaje" las sanciones y las amenazas de sanciones contra Rusia por parte de Occidente.
"Lo sucedido en Ucrania es la culminación de años de tendencias negativas en los asuntos mundiales. A los que siguen haciendo declaraciones sobre su exclusividad no les gusta la política independiente de Rusia", dijo Putin en alusión a Estados Unidos.
Reiteró que los acontecimientos en Ucrania, desatados según él por Occidente, "son una expresión concentrada de la política de contención" de Rusia.
Putin aludió así al supuesto interés de Washington y de la OTAN, esgrimido una y otra vez por Moscú, de someter a la elite política de Ucrania para situar a ese país en la órbita de la Alianza Atlántica y establecer en su territorio sistemas de defensa estratégica.
La política de contención nuclear "hunde sus raíces en la Historia y es obvio que no había terminado tras el fin de la Guerra Fría", lamentó Putin.
Por lo demás, el jefe del Kremlin subrayó que Rusia "no dejará de defender los derechos de los rusos" que viven en otros países y empleará para ello "todo el arsenal de medios disponibles, desde los políticos y económicos, hasta las operaciones humanitarias y el derecho a la defensa propia previsto en el derecho internacional".
"En Ucrania, la amenaza se ha extendido sobre nuestros compatriotas, gente rusa, gente de otras nacionalidades, cuya lengua, historia, cultura y derechos están garantizados por las convenciones europeas", afirmó Putin.
Las fuerzas ucranianas relanzaron esta madrugada una amplia ofensiva contra los separatistas prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk, tras diez días de alto el fuego.