El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy que "la Guerra Fría terminó", pero nunca "se llegó a firmar una paz" con nuevas reglas de juego para las relaciones internacionales, y acusó a Estados Unidos de querer imponer al mundo sus intereses.

"Existe la impresión de que los llamados 'vencedores' en la Guerra Fría decidieron llevar la situación al límite, crear un mundo a su gusto y para sus intereses", dijo Putin durante el foro de debate Valdái en la ciudad de Sochi (mar Negro).

El jefe del Kremlin aseguró que el actual sistema de seguridad global y regional está "debilitado, fraccionado y deformado" y ya no es una garantía contra "conmociones", según las agencias locales.

Putin subrayó que el actual "mundo unipolar se ha vuelto incómodo, inasequible y difícilmente controlable para el propio autoproclamado líder". 

"Y no importa quién en la propaganda americana ocupe el lugar de 'centro del mal' como principal rival: Irán, como país que aspira a poseer tecnología nuclear; China, como primera economía del mundo, o Rusia, como potencia nuclear", destacó.

El líder ruso criticó "los intentos de dividir el mundo, trazar líneas divisorias, forjar coaliciones", como en la época de la Guerra Fría y, con ello, "arrogarse el derecho a dictar" su política.

"Hoy, es evidente el afán (de EEUU), en un mundo que ya ha cambiado, de reanimar los antiguos esquemas de dominio global. Y todo esto para obtener dividendos políticos y económicos", señaló.

Además, el líder ruso advirtió que "ha aumentado bruscamente la posibilidad de una serie de graves conflictos, con participación indirecta -si no directa- de grandes potencias". 

En ese sentido, añadió que "Ucrania es un ejemplo de ese tipo de conflictos que tienen influencia en la disposición de fuerzas en el mundo y, ni mucho menos, será el último". 

Además, el jefe del Kremlin llamó a las grandes potencias a acordar "unas condiciones claras" para la injerencia exterior en los asuntos internos de los países, aunque reconoció que esto es "extremadamente complejo".

"Sin embargo, es mucho más peligrosa la ausencia de acuerdos claros para todos. Unas condiciones claras para la injerencia son necesarias y legítimas", destacó.

En su opinión, el éxito en los asuntos internacionales "es posible sólo en el caso de que los participantes clave puedan consensuar sus intereses básicos y unas autolimitaciones racionales, y que muestren un ejemplo de liderazgo positivo y responsable".