Rusia amaneció de luto, luego de que uno de sus aviones militares se estrellara este domingo en el Mar Negro, provocando la muerte de las 92 personas a las que transportaba.
El avión llevaba a ocho tripulantes y 84 pasajeros. Al menos 60 de ellos eran miembros del reconocido coro militar y grupo de baile Alexandrov Ensemble, más conocido como el "Coro del Ejército Rojo". Entre las víctimas también está su director, Valeri Khakhilov.
El grupo se dirigía a la base rusa Hmeymim, en la provincia de Latakia, en Siria, para celebrar la Nochebuena con los soldados rusos desplegados en el país desde septiembre de 2015, en apoyo al régimen del Presidente sirio Basher Assad, aliado de Rusia.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el avión desapareció de los radares a las 5.25 hora local, y sólo dos minutos después de despegar desde Sochi, en el sur de Rusia, donde había parado para cargar combustible desde Moscú. "Se estableció el área del siniestro. No se encontraron sobrevivientes", aseguró el portavoz del ministerio, el general mayor Igor Konashenkov, tras desplegar cuatro barcos, cuatro helicópteros, un avión y varios drones.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, anunció un día de duelo nacional para este lunes en homenaje a las víctimas
"Se llevará a cabo una investigación minuciosa para determinar las causas de la catástrofe y se hará lo necesario para apoyar a las familias de las víctimas fallecidas", aseguró a través de la televisión estatal.
Las autoridades no han adelantado ninguna hipótesis acerca de las causas probables del accidente. Una comisión especial dirigida por el ministro de Transportes, Maxime Sokolov, fue creada inmediatamente con esta finalidad.
"Todas las causas posibles (del accidente) son examinadas", anunció Sokolov, quien dijo que era "prematuro" hablar de una pista concreta, en particular la de un atentado terrorista, en tanto otras fuentes señalaron a la prensa que hubo un fallo técnico o un error del piloto. El aparato, un Tupolev-154, volaba desde hacía 33 años. Fue reparado por última vez en diciembre de 2014 y revisado en septiembre pasado. Varios Tupolev-154 sufrieron accidentes en los últimos años. En 2010, un aparato de este tipo, con 96 personas a bordo, entre ellas el Presidente Lech Kaczynski y altos cargos polacos, se estrelló cuando intentaba aterrizar cerca de Smolensk, al oeste de Rusia. Todos sus ocupantes murieron.
En el avión también viajaban nueve periodistas de las cadenas de televisión Pervy Kanal, NTV y Zvezda, dos altos cargos civiles y la responsable de una organización caritativa muy conocida en Rusia, Elizavéta Glinka. Esta última, conocida como "doctora Liza", llevaba medicamentos para el hospital universitario de Latakia.
Distintos líderes mundiales enviaron condolencias a Rusia, entre ellos el Presidente sirio Basher Assad, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.