El primer ministro ruso, Vladimir Putin, criticó hoy la operación de la alianza internacional en Libia, tildándola de una "cruzada".

"Y me recuerda a una llamada medieval a la cruzada, donde se incitaba a todo el mundo a marchar a una zona para liberarla", señaló Putin.

Rusia se abstuvo en la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU para imponer un espacio de exclusión aéreo en Libia y no utilizó su poder de veto.

"La resolución del Consejo de Seguridad no es completa y además es dañina", dijo en un discurso ante trabajadores de la ciudad de Wotkinsk. "Está claro que permite todo a todos, incluso cualquier actuación contra un Estado soberano".

Según Putin, Libia no es un país con criterios democráticos, pero pese a ello Occidente no tiene derecho a intervenir en un conflicto interno a favor de una de las partes.

El ministro del Exterior ruso, Serguei Lavrov, condenó también las acciones contra Libia. En una visita en la capital egipcia El Cairo exigió seguridad para los ciudadanos rusos que se encuentran en Libia.

Se espera que la Duma apruebe el miércoles una declaración para distanciarse de la intervención internacional. El embajador ruso en la Organización del Tratado del atlántico Norte (OTAN), Dmitri Rogosin, acusó a Occidente de maniobras fraudulentas y criticó sobre todo la política de falta de información sobre la dimensión de los bombardeos, daños o posibles víctimas en Libia.