Junto con el petróleo y el gas, Vladimir Putin es uno de los commodities más vendibles de Rusia. Porque la imagen del presidente ruso se ha transformado en un objeto de culto tanto a nivel nacional como internacional, al punto que se pueden encontrar desde figuras de acción con su cara hasta juegos de videos, pasando también por poleras. Y todo esto sin que la crisis en el este de Ucrania lo haya perjudicado, pese a que Occidente lo ha apuntado como el principal responsable.

Así, ayer, con motivo de la celebración del cumpleaños 62 del mandatario, una organización llamada Grupo de Admiradores de Vladimir Putin organizó una peculiar exhibición de arte en Moscú. ¿El objetivo? Mostrar obras que lo  personifican en el rol de Hércules llevando a cabo 12 extraordinarias hazañas, como la construcción de un gasoducto que recorre Europa, la destrucción de la oligarquía y la dominación de Crimea.

Según el ensayo de la académica de la Universidad de Ohio Helena Goscilo, publicado en el libro Putin as celebrity and cultural icon (Putin como celebridad e ícono cultural), la imagen del mandatario ha sido una parte clave de su armadura política desde que se convirtió en primer ministro en 1999. "Como Presidente de la Federación Rusa desde 2000, Putin y sus asesores han trabajado duro para retratarlo como la personificación de los rusos y de sus valores políticos", añadió.

La veneración de Putin también traspasa las fronteras, porque el mandatario goza de gran popularidad a nivel internacional y no es raro verlo acompañado de celebridades. En mayo de 2003, por ejemplo, sedujo a Paul McCartney, quien no sólo realizó un recital en la capital, sino que anduvo en bicicleta con el mandatario. El año pasado, el actor estadounidense Steven Seagal se reunió con el presidente cuando visitó Rusia para promover un programa de ejercicios. Incluso, en medio de la crisis con Ucrania, defendió a Putin y señaló que era "uno de los líderes más grandes del mundo". Tampoco descartó adoptar la ciudadanía rusa, al igual que lo hizo el actor francés Gerard Depardieu, quien también se reunió con el presidente.

La admiración llega hasta China, donde constantemente se publican artículos y biografías sobre él. La última de ellas (Biografía de Putin: nace para Rusia) estuvo entre los 10 libros de no ficción de más ventas en septiembre, según el diario Beijing News.

Yuwen Wu, especialista en China de la cadena BBC, señaló que el atractivo de Putin para el público chino radica en que es visto como un líder nacionalista, que no duda en defender los intereses de su país. "Lo que hizo en Crimea (anexar el territorio que pertenecía a Ucrania) es visto como heroico en China", añadió.

Desde que comenzó el conflicto en Ucrania, China es uno de los pocos países donde, según un sondeo del  Pew Research , mejoró la imagen de Rusia. Un 62% de los encuestados dijo que confía en cómo Putin maneja los problemas globales.