Tras haber anunciado su candidatura a la presidencia en Rusia, el primer ministro Vladimir Putin, visita China por dos días, con el objetivo de fortalecer los lazos comerciales y políticos con el gigante asiático, debilitados a causa de la declinación de las ventas militares y el estancamiento de las negociaciones sobre acuerdos energéticos.

Analistas chinos señalan que Pekín ve con buenos ojos un regreso de Putin a la jefatura del Estado, en contraposición al "europeísmo" del actual máximo gobernante ruso, Dmitri Medvedev, según consigna la agencia Efe. Además para los observadores la visita del premier, es una muestra de que la región Asia-Pacífico es su objetivo primordial en política exterior.

Después de reunirse con su homólogo Wen Jiabao, Putin dijo que las relaciones políticas entre ambos países eran positivas, pero insinuó que todavía resta mucho por hacer en las arduas negociaciones sobre un enorme acuerdo sobre gas natural.

"Quienes venden, siempre quieren vender a un precio mayor, mientras que los que compran quieren hacerlo a un precio menor. Debemos alcanzar un compromiso para satisfacer a las dos partes", dijo Putin a la prensa. Mañana se reunirá con el Presidente Hu Jintao. Según la cancillería china ambos países suscribieron acuerdos por unos siete mil millones de dólares.

Putin espera que el comercio con el país asiático crezca a 200 mil millones de dólares en 2020, desde los 59 mil 300 millones del año pasado.

Además de los esfuerzos para aumentar el comercio y acordar la venta de gas, Moscú está disgustado de que Pekín esté copiando los diseños de los aviones de guerra rusos y otro material militar, y recientemente anunció el arresto de un chino acusado de querer comprar secretos militares, según la agencia AP.

Pero sin duda, un área de cooperación con China y Rusia que parece afianzarse es la política internacional. La semana pasada, ambos países vetaron una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que condenaba a Siria por su represión brutal a los manifestantes proreformistas que ha dejado casi tres mil muertos desde marzo.

También se considera a Rusia y China como protagonistas clave en la respuesta del Grupo de los 20 a los temores de que la economía global se encamine a una nueva recesión.