El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó hoy prohibir o limitar por un año las importaciones de productos agrícolas, materias primas y alimentos de los países que secundaron las sanciones contra Rusia por su papel en el conflicto ucraniano.
El decreto firmado hoy por el jefe del Kremlin alude a "la adopción de medidas económicas especiales para garantizar la seguridad de la Federación Rusa", según informaron las agencias rusas.
Estas medidas afectarán a "clases específicas de productos agrícolas, materias primas y alimentos".
Los países implicados serán aquellos que "hayan tomado decisiones sobre sanciones económicas contra personas físicas o jurídicas rusas o se hayan sumado a tales decisiones".
Al mismo tiempo, el decreto abre la posibilidad de que el plazo de prohibición de las importaciones sea modificado.
Putin encarga al Gobierno encabezado por el primer ministro, Dmitri Medvédev, que determine qué producción debe ver prohibida su entrada en el mercado ruso.
Además, encomendó al Ejecutivo que aumente la oferta de productos nacionales e impida un alza de los precios de estos ante la reducción de las importaciones.
El líder ruso había encargado ayer al Gobierno "preparar medidas de respuesta" a las sanciones contra Rusia aprobadas por algunos países, entre ellos EEUU y los de la UE, por el apoyo de Moscú a los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania.
"Los instrumentos políticos de presión a la economía son inaceptables, contradicen todas las normas y reglas", declaró entonces Putin, quien asegura al país de que las sanciones permitirán incrementar la independencia económica rusa.
Al mismo tiempo, subrayó que las medidas deben ser tomadas "con extrema cautela, para apoyar a los productores nacionales pero sin perjudicar a los consumidores".
Estados Unidos y la Unión Europea adoptaron hace una semana nuevas sanciones económicas contra Rusia por no hacer lo suficiente para rebajar la tensión en Ucrania y por el presunto derribo por parte de los milicianos rebeldes armados por Moscú de un avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo.
Las sanciones occidentales, que se dirigen contra los bancos públicos rusos, el sector de la defensa y también el petrolero, ya han obligado al Gobierno ruso a replantear su estrategia económica y presupuestaria de cara a este año y el próximo.