A pesar de su alta popularidad (rondaría el 80%), en la recta final de su mandato el Presidente ruso Vladimir Putin enfrenta una ola de cuestionamientos que apuntan a la existencia de supuestas redes de corrupción que involucrarían incluso al primer ministro, Dmitri Medvedev -según ha denunciado la oposición- y que podrían poner en tela de juicio la opción del mandatario de postularse nuevamente al Kremlin en 2018.

Prueba de ello fueron las manifestaciones que se realizaron este domingo en varias ciudades de Rusia, durante una jornada de protestas contra la corrupción, convocada por el líder opositor y candidato a la Presidencia, Alexei Navalny, quien fue detenido al igual que otras 700 personas, según informó la ONG OVD-Info.

Pese a la existencia de una ley que sanciona duramente la organización de mítines en Rusia, la policía moscovita estimó que unas 8.000 personas participaron en la manifestación no autorizada celebrada en plaza Pushkin, a solo un par de kilómetros del Kremlin. Los organizadores aseguraron que fueron más de 20.000 los manifestantes.

Además de Moscú, lugares como Novosibirsk, Barnaul, Tomsk, Krasnoyarsk, Khabarovsk, Vladivostok y San Petersburgo también vivieron una jornada de protestas. En la capital rusa se corearon consignas contra el Presidente Putin y frases como "Rusia será libre" y "¡Libertad, Libertad!", ante el despliegue de un fuerte dispositivo policial que empleó gases lacrimógenos y helicópteros.

A lo largo de toda la jornada, el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FLC), que dirige Navalny, emitió por internet imágenes en vivo desde las distintas ciudades donde tuvieron lugar manifestaciones.

La jornada nacional de protesta contra la corrupción tuvo como lema "Dimón (diminutivo despectivo de Dmitri) las pagará", que alude a Medvedev, a quien Navalny acusa de ser el hombre más corrupto de Rusia.

El líder opositor hizo esta denuncia a comienzos de mes a través de un vídeo de 59 minutos que fue publicado en Youtube bajo el título "El para ustedes no es Dimón". Tras una investigación de varios meses y con más de 10 millones de visualizaciones, en el video se afirma que Medvedev ha acumulado un imperio con activos, tanto dentro como fuera de Rusia, mediante fundaciones benéficas dirigidas por familiares y personas de su más absoluta confianza.

"Basándonos en la documentación publicada afirmamos que a las fundaciones de Medvedev han sido transferidos como mínimo 70.000 millones de rublos (cerca de 1.200 millones de dólares) en dinero y propiedades", sostiene Navalny.

El gobierno ruso desestimó las acusaciones y sugirió que se trata de propaganda electoral.

Tras la detención de este domingo, la agencia rusa Tass citó a una fuente policial que aseguró que Navalny arriesga recibir "una multa, trabajo obligatorio o el arresto" por haber violado la ley que regula los procedimientos para organizar manifestaciones en Rusia.

Sin embargo, el jefe de la campaña electoral de Navalny, Leonid Vólkov, dijo que "hoy se ha consumado la victoria sobre el miedo", destacando la magnitud de las protestas como las más masivas de los últimos años, pese a las amenazas de las autoridades de usar la fuerza contra los manifestantes.

Navalny anunció en febrero pasado que presentará su candidatura a las elecciones presidenciales de 2018. Sin embargo, está condenado a cinco años de prisión en suspenso por desvío de fondos y a pagar una multa de 500.000 rublos (US$ 8.440). Además, se le acusa de haber organizado en 2009 el desvío de unos US$ 500.000 en detrimento de una empresa pública de explotación forestal, cuando era consultor del gobernador liberal de la región de Kirov.

Aunque presentó un recurso contra el dictamen e insiste en que la condena es un recurso para eliminarlo de la lucha electoral, su candidatura está en entredicho. Según la BBC, bajo la ley rusa se prohíbe que cualquier persona se presente como candidato al Kremlin si es condenado por un crimen serio. También se prohíbe la participación en la elección a alguien que está físicamente en prisión, aunque en este caso Navalny cumplirá libertad condicional.

Para Gleb Pavlosky, ex consultor de Putin y ahora su crítico citado por la agencia Ansa, "Navalny hizo una prueba con la estabilidad". Y añadió que una eventual renuncia de Medvedev se convertiría en "una señal de miedo" por parte del poder".