Corea del Sur permanece la espera de que Corea del Norte le envíe su propuesta de agenda y la lista de su delegación para el primer encuentro bilateral de alto nivel entre ambos gobiernos desde 2007, que tendrá lugar mañana en Seúl.
"Seguimos esperando a que las autoridades de Corea del Norte se comuniquen con nosotros", indicó a Efe a las 15:40 hora local (2:40 en Chile) una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, organismo encargado de las relaciones con el Norte.
La portavoz aseguró que esperan un mensaje del Norte a lo largo del día y que, hasta que éste llegue, todavía está en el aire tanto el horario como el orden del día del importante encuentro de mañana y lo único que está confirmado es la sede: el céntrico hotel Grand Hilton de la capital surcoreana.
De hecho, medios de comunicación surcoreanos y extranjeros han comenzado a situar sus unidades móviles en las cercanías del hotel de cara a un encuentro que promete ser histórico, ya que ambas Coreas han expresado su voluntad de encauzar sus relaciones tras meses de elevada tensión y varios años de desencuentros.
En la maratoniana reunión celebrada el domingo en un enclave fronterizo para preparar el evento, las Coreas no se pusieron de acuerdo en cuanto a los líderes de las delegaciones, ya que el Sur pidió un encuentro de ministros y el Norte expresó su intención de enviar a autoridades de menor nivel.
Con esto, Seúl esperará a recibir noticias de Pyongyang para saber si pone al frente de la delegación a su ministro de Unificación, Ryoo Kihl-jae, o en su lugar escoge a un funcionario de menor rango, acorde con el líder de la comitiva norcoreana.
En lo que sí están de acuerdo ambas Coreas es en los principales temas a tratar, el más urgente de ellos el del complejo industrial de Kaesong, un proyecto económico conjunto que se encuentra cerrado desde que el régimen de Kim Jong-un retirara a sus 54.000 trabajadores en abril.
Además, buscarán modos de reanudar los viajes de surcoreanos al resort norteño de Kumgang, suspendidos en 2008 después de que una turista fuera asesinada a tiros por un soldado de Pyongyang, y también tratarán de retomar los encuentros de familias separadas por la guerra, que no se celebran desde 2010.
Se desconoce si formará parte de la agenda el tema de la desnuclearización de Corea del Norte, que según expertos Seúl planea poner sobre la mesa pero Pyongyang se muestra reticente.
Por su parte, la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, reiteró hoy su deseo de que el esperado encuentro de mañana sea "un primer paso hacia la paz permanente y la construcción de confianza " entre ambos lados de la península.