La comisión FIFA que evalúa las candidaturas para recibir los Mundiales de 2018 y 2022 inició hoy en Qatar, aunque llegó anoche, la última etapa de su largo recorrido. El grupo que preside Harold Mayne-Nicholls termina su evaluación en el país con menos tradición en eventos deportivos, pero quizás en el que más millones de dólares puede disponer para recibir la Copa del Mundo.

Mayne-Nicholls y la comisión ya revisaron en terreno las presentaciones de Japón, Corea del Sur y Australia, los otros países que al igual que Qatar sólo postulan al 2022. Y además visitaron Rusia, Inglaterra, Estados Unidos y las canidaturas conjuntas de España-Portugal y Bélgica-Holanda.

Todas, excepto la postulación qatarí, tienen experiencia en Mundiales adultos o Juegos Olímpicos. Pero en Qatar aseguran que tienen argumentos para contrarrestar ese antecendente y otros que surgen de sus propias características.

En junio, fecha en la que se disputa la Copa del Mundo, en Doha, la capital, la temperatura puede llegar a los 48°, lo que obliga a la gente a refugiarse en lugares cerrados con aire acondicionado, como los centros comerciales. O tratar de buscar uno de los pocos lugares donde vendan cervezas heladas, como los hoteles, ya que beber alcohol en cualquier otro sitio está prohibido en esta nación musulmana conservadora.

Qatar, tiene sólo una población de 833.285 personas, pero una gran solidez económica, con el segundo mayor ingreso mundial per cápita (US$ 119.500) gracias a sus reservas de petróleo y gas.

"Creo que tenemos una candidatura muy fuerte y única... Es una candidatura histórica por ser la primera del Oriente medio, una región muy hospitalaria, rica y diversa en cultura, y además una pasión sin precedente por el juego. Traer (el torneo) al Oriente Medio realmente permitirá al fútbol y a la FIFA alcanzar su verdadero potencial como un evento cultural", dijo Hassan al-Thawadi, director general del comité organizador de Qatar a Associated Press.

Al-Thawadi explica que se está desarrollando "una tecnología de refrigeración de segunda generación'' que mantendrá los estadios, campos de entrenamiento y áreas de espectadores en unos 27 grados centígrados, mucho más agradable que los 41° de promedio de Qatar entre junio y agosto.

Además, se planea permitir el consumo de alcohol en las zonas de los espectadores y el uso de trajes de baño en las piscinas de los hoteles.

Qatar ha concretado un acuerdo para patrocinar el congreso de la Confederación del Fútbol Africano en enero, negociando un acuerdo que le da acceso exclusivo a los más altos dirigentes del fútbol de ese continente. También planea llevar a los equipos de Brasil y Argentina a Doha para un partido de exhibición dos semanas antes de que se anuncien en diciembre las candidaturas ganadoras para las Copas Mundiales de 2018 y 2022.

Rspecto de la inversión el proyecto contempla 4.000 millones de dólares para construir nueve estadios y renovar otros tres, todos con el nuevo sistema de refrigeración. Además, se invertiría 42.900 millones de dólares en mejoras de infraestructura que incluirán un nuevo aeropuerto internacional y un sistema de transporte público con aire acondicionado. Y aseguran que todo estaría terminado en 2017.

Para los estadios los arquitectos alemanes AS&P ya han producido diseños conceptuales. Además de utilizar la energía solar para enfriar los recintos, Joachim Schares, asociado de AS&P, dijo a CNN que se incluyen techos retráctiles. "Cerraremos el techo durante los días previos al encuentro, de manera que la temperatura esté fresca antes del partido. El techo puede mantenerse cerrado (durante los encuentros) de manera que cada asiento en el estadio, así como la cancha, estén bajo la sombra, o, si la FIFA requiere que los equipos jueguen en un estadio abierto, podemos abrir el techo y aún así garantizar una temperatura de 27°", explicó.