Qatar es el país con menos tradición en eventos deportivos de los que postularon a los Mundiales, pero quizás es el que más millones de dólares puede disponer para recibir una Copa del Mundo. Y en su postulación prometieron una fuerte inversión en la que destacan los avances tecnológicos para enfrentar en los estadios las altas temperaturas.

En junio, fecha en la que se disputa la Copa del Mundo, en Doha, la capital, la temperatura puede llegar a los 48°, lo que obliga a la gente a refugiarse en lugares cerrados con aire acondicionado, como los centros comerciales. O tratar de buscar uno de los pocos lugares donde vendan cervezas heladas, como los hoteles, ya que beber alcohol en cualquier otro sitio está prohibido en esta nación musulmana conservadora.

Qatar, tiene sólo una población de 833.285 personas, pero una gran solidez económica, con el segundo mayor ingreso mundial per cápita (US$ 119.500) gracias a sus reservas de petróleo y gas.
Hassan al-Thawadi, director general del comité organizador ha explicado que se está desarrollando "una tecnología de refrigeración de segunda generación'' que mantendrá los estadios, campos de entrenamiento y áreas de espectadores en unos 27 grados centígrados, mucho más agradable que los 41° de promedio de Qatar entre junio y agosto.

Además, se planea permitir el consumo de alcohol en las zonas de los espectadores y el uso de trajes de baño en las piscinas de los hoteles.

El proyecto contempla construir nueve estadios y renovar otros tres, todos con el nuevo sistema de refrigeración. Además, se invertiría en mejoras de infraestructura que incluirán un nuevo aeropuerto internacional y un sistema de transporte público con aire acondicionado. Y aseguran que todo estaría terminado en 2017.

Para los estadios los arquitectos alemanes AS&P ya han producido diseños conceptuales. Además de utilizar la energía solar para enfriar los recintos, Joachim Schares, asociado de AS&P, ha explicado que se incluyen techos retráctiles. "Cerraremos el techo durante los días previos al encuentro, de manera que la temperatura esté fresca antes del partido. El techo puede mantenerse cerrado (durante los encuentros) de manera que cada asiento en el estadio, así como la cancha, estén bajo la sombra, o, si la FIFA requiere que los equipos jueguen en un estadio abierto, podemos abrir el techo y aún así garantizar una temperatura de 27°", explicó.