Pueblos enteros en Nigeria fueron prácticamente "borrados del mapa" en solo unos días por Boko Haram, sostiene la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI)
La declaración la basan en imágenes satelitales de localidades en el noreste de Nigeria atacadas por el grupo extremista islámico que, según el análisis de AI, muestran una devastación generalizada y sugieren un alto número de muertes.
"Es el más grande y mortífero ataque jamás realizado por Boko Haram en su historia", declaró el portavoz de Amnistía, Stefan Simanowitz, a BBC Mundo.
De acuerdo a la interpretación de las fotos, unas 3.700 estucturas han resultado dañadas o destruidas en las localidades de Baga y Doron Baga este mes.
AI estima que hasta unas 2.000 personas murieron en los ataques, aunque el gobierno nigeriano pone las cifras en unos 150.
Este jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, tildó las matanzas de "un crimen de lesa humanidad".
"MATANZA INDISCRIMINADA"
Baga y Doron Baga son pueblos de alta densidad poblacional que quedan a la orilla del Lago Chad, en la parte noreste del estado de Borno, en Nigeria.
Combatientes de Boko Haram atacaron Baga y otras aldeas cercanas el 3 de enero.
Uno de los objetivos fue una base militar en las afueras de la localidad, que fue abrumada por las fuerzas del grupo extremista. De ahí procedieron a atacar Doron Baga y otras aldeas.
Amnistía Internacional comisionó fotografías satelitales de la zona antes y después de los ataques, tomadas el 2 y 7 de enero.
Los testigos estaban más preocupados por salvar sus vidas que por contar muertos
Aminstía Internacional
Estas imágenes, combinadas con testimonios de sobrevivientes huyendo de los ataques, dibujan un panorama "devastador de proporciones catastróficas en estos dos pueblos, uno de los cuales fue casi borrado del mapa en el lapso de unos cuantos días", aseguró la organización humanitaria.
Los testigos denunciaron que Boko Haram disparó indiscriminadamente contra la población civil, matando a muchos, incluyendo niños, mientras corrían para escapar de la violencia.
"Nos dijeron que los combatientes se escondieron en los árboles a la espera a que los civiles pasaran cerca para matarlos", afirmó a la BBC Daniel Eyre, encargado de Nigeria para Amnistía Internacional.
DIFERENTES TESTIMONIOS
La organización reconoce que no puede dar un número exacto de víctimas debido a que los testimonios de los sobrevivientes varían.
"Los testigos estaban más preocupados por salvar sus vidas que por contar muertos", indicó Stefan Simanowitz, "y la presencia de Boko Haram en la zona hace difícil verificar los números".
No obstante, por la magnitud de la destrucción tal como aparece en las imágenes satelitales, AI concluye que el número de muertos está en los cientos, y que tal vez ascendiende a 2.000.
"Cada una de las estructuras arrasadas representa una casa, una escuela, una clínica, una mezquita. Eso da a entender la devastadora situación humanitaria que enfrentan las víctimas", recalcó Simanowitz.
Sin embargo, tanto el gobierno como el ejército aseguran que los muertos no pasan de 150.
Precisamente, dijo el portavoz de Amnistía, por el hecho de no tener presencia en la zona, el gobierno no tiene la manera de verificar al devastación y los muertos.
Pero aclaró que no busca rechazar categóricamente las declaraciones de las autoridades, al tiempo que reconoció las dificultades que tiene el ejército para proteger el territorio.
Stefan Simanowitz indicó a BBC Mundo que su versión de los hechos está corroborada por otras imágenes tomadas por la también organización humanitaria Human Rights Watch y los informes de Médicos Sin Fronteras que atienden a 5.000 refugiados en un campamentos cerca de la ciudad de Maiduguri.
"Lo cierto es que el conflicto en Nigeria ha aumentado dramáticamente en los últimos 12 meses", declaró Simanowitz. "Estos eventos no son aislados, son parte de una continua estrategia de Boko Haram para intensificar el conflicto".
Los últimos datos indican que Boko Haram controla por lo menos 20 ciudades, pueblos y aldeas en el noreste de Nigeria y que el año pasado 4.000 personas murieron en el conflicto.
Amnistía Internacional hizo un llamado para que tanto el gobierno de Nigeria como el resto del mundo hagan más para proteger a la población civil de lo que llamó "las atrocidades que suceden día tras día".