Fue casualidad pura, pero terminó con un intérprete apenas conocido calzando el puesto de uno de los vocalistas más representativos de la historia del rock. En 2009, los dos sobrevivientes de Queen que han conservado su historia hasta hoy -el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor- aparecieron como invitados de una de las temporadas del espacio buscatalentos American Idol, reversionando el clásico We are the champions junto a dos de sus participantes, Kris Allen y Adam Lambert. Días después, May, en pleno intento por sepultar los años en que su banda experimentó con otro frontman, Paul Rodgers -ese cantante de aspecto motoquero y garganta áspera que estaba lejos de los modos afectados de Freddie Mercury-, le dijo a Rolling Stone que Lambert le parecía el sucesor ideal para pararse al frente del conjunto.
El resto fue sólo un trámite. Dos años después, el estadounidense, que sólo alcanzó el segundo puesto en American Idol, se unió con sus flamantes amigos en varias fechas y se convirtió en la nueva voz de una de las agrupaciones más reconocibles del siglo XX. Todo bajo el lógico nombre de Queen + Adam Lambert.
Un proyecto que ya cuenta con un exitoso tour iniciado el año pasado -bajo el nombre de Don't stop me now- y que acaba de cerrar su debut en Chile: será el miércoles 30 de septiembre en la Pista Atlética del Estadio Nacional, como parte de un recorrido continental que también recalará en el próximo Rock in Rio .
Eso sí, no se trata de la primera vez de Queen por la capital. En 2008, los ingleses pasaron por el estadio San Carlos de Apoquindo con su anterior formación, encabezada por el propio Rodgers, reportando un espectáculo sólo regular. Antes de ese aterrizaje, los hombres de Crazy little thing called love pudieron convertirse en el primer megaevento organizado en el país, varios años antes que Rod Stewart: según un documental emitido por la BBC hace cuatro años, el en ese entonces cuarteto vendría al Estadio Nacional en 1985, como parte del tour regional que también los tuvo en la primera edición de Rock in Río, pero finalmente las autoridades políticas decidieron cancelar la visita.
Pero el mundo de Queen que remite a imágenes travestidas y arranques operáticos hoy parece lejano. Con Lambert, la banda disfruta de una suerte de resurrección, con un crédito que al fin rasguña los tics, la elasticidad interpretativa y el aspecto algo andrógino que Mercury se llevó a la tumba.
"La juventud y el entusiasmo de Lambert le ha dado a Queen el impulso resplandeciente que les ha faltado de manera tan notoria desde la muerte de Mercury. Sin tratar de suplantarlo -en todo caso, se parece más a George Michael, que estuvo en la banda en los 90-, el estadounidense ha traído más espectáculo y estilo al grupo", reseñó el periódico The Telegraph en torno a su concierto de enero en el O2 Arena de Londres y poniendo foco en el vocalista que también cuenta con una consistente carrera solista y un paso por la serie Glee.
Sus nuevos camaradas de ruta han sido igual de generosos. "Adam es la primera persona que hemos encontrado que puede hacer todo el catálogo de Queen sin parpadear", ha dicho May a la prensa de su país. Y el elogio es acertado: el actual espectáculo repasa casi una treintena de temas. Entre ellos aparecen One Vision , Stone cold crazy y Another one bites the dust, para luego seguir con joyas de distintas épocas, como Tie your mother down, Under pressure o Radio Ga Ga. En tal caso, Queen, pese a las deserciones -a la que también suma el retiro en 1997 del bajista John Deacon- cumple el viejo adagio de que los hombres pasan, pero las instituciones quedan. La venta de boletos para su show en Chile se anunciará en los próximos días.